Economía y negocios

Pensiones: un problema que debe solucionarse sin hipotecar el futuro

El debate sobre las pensiones debe abordarse con cuidado y seriedad, dejando a un lado dogmas y demagogia. De no ser así, el remedio puede ser peor que la enfermedad.

Por: Diario Concepción 07 de Agosto 2016
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El debate sobre las pensiones debe abordarse con cuidado y seriedad, dejando a un lado dogmas y demagogia. De no ser así, el remedio puede ser peor que la enfermedad.
 

Mariano Campos Ramírez

Director

En un país como el nuestro, con una creciente expectativa de vida y con una de las cotizaciones previsionales más bajas del mundo, se da un escenario que no resiste análisis. El problema de las pensiones debe abordarse con cuidado y seriedad, dejando a un lado dogmas y demagogia, si no se quiere que el remedio sea peor que la enfermedad. Y es que iniciar una cirugía en un sistema al que, durante 35 años, millones de chilenos han confiado su futuro, es un riesgo demasiado alto como para pretender actuar sin tener clara la hoja de ruta. 

Ya se han visto improvisaciones en otras reformas emblemáticas. Aquí, no puede quedar ni un cabo sin atar, pues tal como señaló el diputado Lorenzini, esta sería la reforma más sensible de todas, pues afecta directamente el bolsillo de todos los chilenos. 

Por lo mismo, antes de esbozar una propuesta, es necesario conocer muy bien las cifras de la realidad que deben sustentar cualquier cambio. Hoy, tal como muestran los gráficos del INE, nos encontramos con una realidad demográfica radicalmente distinta a la de hace 50 años: la pirámide tradicional, donde la base estaba constituida por personas de entre 0 a 30 años, y la cima, por un porcentaje muy menor de personas de más de 70 años, ha mutado. Hoy esa antigua pirámide cada día se parece más a un rectángulo, con un notorio aumento de la población mayor de 60 años, y donde puede evidenciar cómo el último ladrillo, el de los mayores de 80 años, se enancha y estira cada vez más. 

Este esquema tan básico, y que seguro conocen muy bien casi todos los estudiantes de 1° medio, deben tenerlo presente todos los que comiencen a plantear una propuesta de reforma seria. 

Ningún gobierno ha querido abordar el tema en 35 años, más que introducir alguna reforma cosmética. Este problema se fue incubando a la par en que la estructura demográfica fue cambiando, sumado al espectacular aumento de la expectativa de vida (Chile tiene una de las más altas del continente). 

Hoy la ciudadanía exige cambios, que nuestros líderes debieron haber anticipado hace mucho tiempo, porque, paradojalmente, en el tema previsional lo que ha reinado es la imprevisión. Hoy nos enfrentamos a la imperiosa necesidad de mejorar el sistema, lo que, directa o indirectamente, pagaremos entre todos, vía aumento de cotización individual, mayor aporte empresarial o aporte directo del Estado (que a todos pertenece y que todos financiamos). 

En las siguientes páginas abordaremos algunos elementos de este complejo problema, en un intento de aportar a la discusión derribando mitos, revelando debilidades y escuchando propuestas realistas que aborden algo tan delicado como el futuro y la calidad de vida de todos los chilenos.
 

 

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