Cultura y Espectáculos

La trayectoria de Eugenio Urrutia Parra, músico universal

“Eugenio Urrutia fue el primer contrabajista de jazz moderno de verdad en nuestro país”, afirma el baterista Alejandro Espinosa, recordando a su querido amigo, quien falleció este domingo 10 en su bucólica residencia de Talcamávida. Urrutia y Espinosa, junto a Ramón “Moncho” Romero, formaron el celebrado Trío Jazz Moderno en 1970. Pero esta fue apenas una de las facetas de un artista de insaciable curiosidad y perseverancia

Por: Diario Concepción 20 de Noviembre 2019
Fotografía: Diario Concepción

Por: Felipe Elgueta Frontier
(Fanjul & Ward)

Luis Eugenio Urrutia Parra (1939- 2019) se inició en la música a los seis años de edad en su Chillán natal. Su primer maestro, Roberto Saldías, le construyó el violín con que estudió, iniciándolo paralelamente en la interpretación musical y en la lutería, aspectos que siguió desarrollando con Hermann Müller en el internado de la Escuela Normal Rural “Juan Madrid”. Aunque completó exitosamente su práctica como profesor en 1959, nunca ejerció. Optó por trasladarse a Concepción con la intención de estudiar Derecho, pero la música lo hizo cambiar de planes.

Urrutia ya se destacaba como el integrante más joven de la Orquesta de la Sociedad Santa Cecilia, pero sus aficiones musicales eran mucho más amplias. Tomó clases de guitarra con un vecino jazzista que resultó ser alumno del legendario Charlie Christian. Luego integró un grupo que interpretaba música de The Platters, donde era el instructor de todos. Pero lo que más lo marcó fue el despertar de su amor por el contrabajo, gracias a unas grabaciones de Elvis Presley. Luego, con lo aprendido de lutería y la ayuda de su asombrado hermano Antonio, afrontó la titánica tarea de construirse su propio contrabajo.

Arco y batuta

En Concepción, fue descubierto por Werner Lindl, recién llegado de Salzburgo para liderar la fila de contrabajos de la Orquesta UdeC. Urrutia se convirtió en alumno de Lindl y rápidamente pasó a instalarse a su lado en el primer atril. Integró la orquesta entre 1960 y 2004, y varias veces tocó como solista junto a ella. Entre 1968 y 1973 llegó incluso a asumir puestos como director ejecutivo y responsable administrativo y artístico de la temporada.

Al igual que muchos colegas de su generación, Urrutia se formó en la práctica. Su título en contrabajo lo obtuvo recién en 1978 en el Departamento de Música UdeC, donde enseñaba hacía años. Siguió trabajando allí hasta fines de la década de 1980, cuando el plantel abandonó la formación de músicos.

Tomó la batuta, principalmente en conciertos didácticos de la Sinfónica UdeC y como director suplente. También dirigió el Coro Lex de la Facultad de Derecho. Se capacitó en dirección con los argentinos Guillermo Scarabino y Simón Blech. Muchos años después, en 2007, su hija Alejandra Urrutia Borlando fue la ganadora del concurso de Bahía Blanca en Argentina, organizado precisamente en honor a Blech. Ella es actualmente una de las principales batutas del Cono Sur y colabora con el célebre Iván Fischer en Europa.

Los mejores de Chile

José Carlos Santos, uno de los directores titulares de la Sinfónica UdeC, resumía elocuentemente una de las cualidades de Eugenio Urrutia: “Tiene ritmo de negro”. Esto se hizo evidente durante los años 60, cuando integró el conjunto Dixieland del Club de Jazz de Concepción. Era el contrabajista estable, pero también aprendió a tocar el trombón con asombrosa facilidad.

Ya en 1970, formó el Trío Jazz Moderno, con el cual grabó un único y homónimo disco, registrado para la EMI y que marcó un hito en la historia musical chilena. Además, actuaron en Televisión Nacional, el Teatro Municipal capitalino y São Paulo y desarrollaron una actividad incesante en diversos escenarios penquistas, convirtiendo a la ciudad en epicentro del jazz moderno.

Daniel Lencina sentenció: “El Trío es, sin duda alguna, el mejor que hay en Chile. Creo que es una lástima que estén en Concepción y no en Estados Unidos”. La labor del trío se interrumpió en 1976, tras la partida del baterista a Santiago, aunque siguieron actuando esporádicamente.

Composiciones y recuerdos

Algunos de los montajes del legendario Teatro de la Universidad de Concepción (TUC) en los años 60 tenían música compuesta por Eugenio Urrutia. También realizó arreglos orquestales de música folclórica e incluso “jingles” publicitarios.

Pero su entusiasmo por la composición se disparó recién en 1980 gracias a un curso de Miguel Aguilar. Al año siguiente, Urrutia obtuvo el cuarto lugar en el concurso nacional de la Universidad Católica con un concierto para clarinete. En 1982, su “Dúo elemental” fue premiado por la Asociación Nacional de Compositores, mientras que su “Conexión para cuerdas” fue destacada en el concurso de la Católica.

En 1985, la Sinfónica UdeC incluyó su Concertino para violín en unas inusuales Jornadas de Música Chilena. También compuso unas “Variaciones sinfónicas sobre un tema infantil”, basadas en una improvisación al piano de su hijo Eugenio Urrutia Borlando cuando tenía 6 años. Eugenio hijo desarrolló una carrera notable en Estados Unidos, donde residió por más de dos décadas, tras iniciarse en piano y teoría con su padre, quien además le legó sus conocimientos de afinación de pianos, otro de sus tantos oficios.

Eugenio Urrutia Parra fue muy respetado por sus colegas. Su opinión, siempre cargada de rigor intelectual e ingeniosa ironía, era muy influyente entre los músicos de la Sinfónica UdeC.

El destacado director de orquestas juveniles Américo Giusti, violinista de la agrupación, rememora la incertidumbre económica que les acechaba durante la dictadura militar: “Cada año, terminábamos en diciembre y no sabíamos si volveríamos en marzo”. Al mismo tiempo, se cerraban las carreras de música. En ese contexto, Urrutia mostró una gran resiliencia “siempre presto a comenzar otra iniciativa, otro concierto, otra agrupación”, destaca Giusti. La mayor recompensa al esfuerzo inclaudicable de Urrutia fue escuchar a sus hijos y a otras jóvenes promesas tocando juntos en su propia casa. “Me siento como un rey”, decía entonces nuestro músico universal.

Etiquetas