Cientos de personas pudieron disfrutar de la presentación realizada en el frontis de la Catedral, que unió ritmos doctos y populares.
“Queremos ayudar a crear un buen clima para los cambios que este país necesita”. Las palabras de Carlos Traverso, director del Coro UdeC, encontraron respaldo en un aplauso del público que se dio cita ayer en el frontis de la Catedral, donde esta agrupación y la Orquesta Sinfónica de la casa de estudios realizaron un concierto que llevó por título “La música es nuestra expresión”.
La presentación comenzó pasadas las 11:30 horas y el repertorio ofreció ritmos doctos y populares, de autores nacionales y extranjeros. “Danza fantástica” de Enrique Soro marcó la apertura, mientras cada vez era mayor el número de personas que se agrupaba en el lugar para disfrutar de la música.
Luego, apareció “El cigarrito” de Víctor Jara, que fue coreado por los presentes, tal como pasó con las todas melodías del compositor chileno y en especial con “El derecho de vivir en paz”, todo un himno del movimiento social. A esa altura, la gente ya había copado todo el frontis de la Catedral, incluso, cortando el tránsito vehicular en Caupolicán entre O’Higgins y Aníbal Pinto.
Piezas de Beethoven, como el primer movimiento de la quinta sinfonía y el segundo de la tercera sinfonía, también fueron parte de un programa que también, en un momento, se unió con una marcha de estudiantes que iba por O’Higgins, en dirección hacia Tribunales.
Feliciano Saldías, cantante invitado que interpretó los temas de Víctor Jara, señaló que “el otro día lo comentamos con otros colegas. Dentro de las ocupaciones de la vida cotidiana, los músicos son de los primeros que ‘saltan’ en este tipo de circunstancias y eso tiene que ver con que la música siempre está asociada a un compromiso social”.
Además, agregó que “son diferentes ámbitos a los que hay que apuntar para cambiar esta realidad. Por supuesto, los entes políticos tienen el rol más importante y a ellos se les hacen los petitorios. Sin embargo, y como ya mencioné en otro concierto en el Parque Ecuador, es importante que todas las personas hagan un proceso introspectivo. Esto es un revolución no solamente externa, sino que también da la posibilidad que cada uno vea qué está haciendo mal y así podamos contribuir de buena forma a la sociedad”.
Jaime Cofré, quien dirigió el concierto, comentó que “no podemos estar al margen. Como músicos, hemos tomado acciones, se han hecho intervenciones nuestras y de otras personas. Con estas actividades, la ciudadanía siente que la Orquesta le pertenece y no podemos estar ajenos. Es un momento histórico y hacer música es un bálsamo para un movimiento social que no es por nada: hay 50 años de injusticias”.
Fotos: Corcudec