Cultura y Espectáculos

La defensa del folclor en la opinión del investigador penquista Roberto Contreras

Ha dedicado buena parte de su vida a enseñar y difundir la cultura tradicional, y por ello aseguró que “ahora todos nos acordamos de la cueca y la identidad, pero debería ser algo permanente, no sólo de un mes”. Además, habló del auge que ha tenido la cueca chora.

Por: Diario Concepción 20 de Septiembre 2019
Fotografía: Cedida

R. Cárcamo y S. Silvestre

Si hay una voz de las más autorizadas para hablar del folclor en la zona, esa es de la Roberto Contreras. Docente por décadas en la Universidad de Concepción y la Universidad del Bío Bío, también ha realizado una labor incansable para difundir y masificar la cultura tradicional, a través de iniciativas como la Escuela Nacional de Folclor.

Con profundo conocimiento del tema, se refirió, en primer lugar, a cómo ve la actualidad de la cueca a nivel regional y nacional. “Tanto en la Región del Bío Bío y en la Región de Ñuble -trabajo en ambas-, veo que hay un movimiento muy firme en cuanto a la ‘cueca chora’ o ‘cueca porteña’. Es interesante en el sentido que ha sido la juventud, la que sin tener la exigencia del traje de huaso, puede bailarla sin tantas reglas por decirlo de alguna forma. Lo otro, también, los jóvenes han aprovechado la inclusión de instrumentos como la batería, el bajo eléctrico, el cajón peruano o el contrabajo a esta nueva modalidad de cueca. Digo nueva, porque si bien en realidad nació en la década del cincuenta, hoy se ha activado fuerte con la gente joven”, comentó.

Al respecto, agregó que “existen varios grupos de proyección folclórica a nivel regional, destacando agrupaciones como las de Chillán, con más de 30 años de trayectoria en algunos casos, como Nanihue o Peñihuen, que han destacado a nivel local. En el canto de la cueca, indudablemente Maihuen de Los Ángeles es uno de los más destacados”.

Sin embargo, sobre lo mismo, Contreras indicó que “por desgracia, en Concepción, fuera del Ballet Folclórico de la Universidad de Concepción y los diferentes conjuntos folclóricos de la diferentes casas de estudio, como la UBB y la Ucsc, no veo grupos que tengan una proyección a través del tiempo… A lo mejor me equivoco. La gran mayoría de los grupos del Magisterio ha desaparecido, como en el caso de San Carlos, Penco o Yumbel. Otros siguen vigentes, como el Magisterio de Tomé, pero no dentro del marco de la Federación de Folclor del Magisterio de Chile, que fue el organismo que le dio el vamos a estos grupos”.

Cueca y educación

Del auge de la cueca “chora”, el docente aseguró que “creo que se debe a que rompió los esquemas normativas, como que hay que vestirse de huaso o de huasa para bailarla. Lo otro, la estructura de la guitarra y del tormento, del pandero, pues acá se incorpora nueva instrumentación, nuevo estilo de canto, que es derivado de la cueca chora original de Valparaíso y de los barriales del matadero de Santiago. Por lo tanto, para quien sabe, el error está en bailar una cueca que era del prostíbulo, de los choros, en la parte urbana. En este momento, estamos bailando una cueca copiada de los prostíbulos de Valparaíso, la cueca chora, con un estilo que históricamente no ha correspondido a la parte urbana. En alguna medida, también es copia del tango”.

En ese sentido, agregó que “pienso que ha sido un aporte interesante, la cueca tiene que evolucionar, se transforma. Si la vamos traspasando de una generación a otra, vamos a constituir un estilo propio de la parte urbana con características, que, si bien es cierto, no lo son propiamente tal, están siendo aceptadas”.

Contreras también se refirió a la manera en que el folclor se inserta en la educación chilena. Y fue crítico, diciendo que “desde la fundación de la Federación de Folclor del Magisterio, en octubre de 1964, hemos estado peleando incansablemente por su incorporación a la educación de una manera sistemática, lo cual no lo hemos logrado. Ante este resultado, creamos la Escuela Nacional de Folclor, que ha formado en sus 40 años a muchos líderes en cuanto a la enseñanza de la danzas tradicionales chilenas, y específicamente de la cueca”.

Sobre eso, agregó que “también han hecho una labor interesante los clubes de cueca y los conjuntos de proyección folclórica en la enseñanza de la danza. Y, en las escuelas, solamente nos acordamos del folclor para Fiestas Patrias. En este mes, yo lo veo en Yumbel, donde vivo, y todos los colegios tienen un día dedicado al folclor, con espectáculos maravillosos, pero sólo es una vez al año. El resto del tiempo nos olvidamos que tenemos una cultura tradicional, que nos brinda nuestra identidad que debemos defender, valorar y dignificar”.

Sobre cómo se puede cambiar esta realidad, aseguró que “una de las fórmulas es que el folclor esté incorporado en las mallas educativas de forma transversal. La cultura tradicional es algo que debe atravesar toda la enseñanza y estar en cada sector y subsector de la educación chilena. Otro aspecto recae en las personas que pertenecen a los clubes de cueca, a los conjuntos de proyección folclórica o ballets: deben tener una formación más académica, más disciplinaria en torno a lo que es el folclor y no solamente dedicado al canto y al baile, y sin saber lo que se canta o se baila”.

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