Cultura y Espectáculos

“Canción Azul”: Honestidad de parte de Moris y Chihuailaf

Por: Ángel Rogel 08 de Septiembre 2019
Fotografía: Cedida

Lo primero que llama la atención de “Canción Azul” es que ese cruce de mapudungún con español no parece forzado, suena auténtico. Y, claro, eso tiene que ver con los responsables del trabajo y, tal vez, con que de una u otra forma, tanto Víctor Moris como Elicura Chihuailaf, encaran su obra desde la introspección. A ninguno le interesa ser el músico o escritor de moda, ambos anteponen la honestidad y las ganas de crear.

En esta reedición, gracias al interés de la Universidad de La Frontera, Ufro (el disco se editó en 2005), Moris dio rienda suelta a la experiencia acumulada como productor durante estos años y donde ha facturado algunos muy buenos trabajos como el “Arborescencias” de Fernando Vásquez o “Volantín al viento” el disco póstumo de Patricio “Pato Silvio” Eberlein. Lo anterior, de la mano de algunos de los mejores versos del escritor mapuche, en particular, de su obra de 1995 “De sueños azules y contrasueños”.

“Mi sueño se ha convertido en la energía que vive y abre las puertas de mi alma”, en mapudungún y español, son los primeros versos que abren el disco, una invitación a sumergirnos en una multiculturalidad musical que va desde el trompe y la trutuca a la guitarra eléctrica y la batería.

El primer quiebre lo marca la bella voz de Lucía Chacón (“En el sueño del sol”), una de los estelares invitados (también aparacen José Burdiles, Peco Olivares, Rodrigo Durán, entre otros). De ahí en adelante, Moris se mueve con soltura, aplicando las herramientas aprendidas de la Nueva Canción Chilena, Congreso (“Porque soy la fuerza de lo innombrado”) y hasta Pink Floyd.

Gran reedición y gran oportunidad para encontrarse con un trabajo que merece más de una escucha y, claramente, más que un par de líneas como las presentes.

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