El periodista dio inicio al “Ciclo Pensamiento Crítico” de Balmaceda Arte Joven y contó sobre su próximo proyecto, en torno a la historia del autor de “Tengo miedo torero”.
“Yo soy un autor de no ficción, que hace crónica literaria”. Así de simple es la definición que hace de su propio trabajo el periodista y escritor, Oscar Contardo, autor de algunos de los títulos más destacados de los últimos 20 años en Chile.
Hace unos días estuvo en Concepción y dio inicio al “Ciclo de Pensamiento Crítico”, organizado por Balmaceda Arte Joven, que apunta en especial a estudiantes de enseñanza media y que en los próximos meses contará con la participación de otros dos destacados autores nacionales: Pedro Cayuqueo (11 de julio) y Marisol Facuse (8 de agosto).
“Yo espero que si a ellos les entusiasma o les estimula algo, espero que yo y las personas que cuentan algo acá puedan ser un factor de impulso para la curiosidad por la lectura y para el conocimiento de adolescentes que viven en un mundo tan distinto al que le que tocó a uno”, manifestó el periodista sobre la actividad de la que le tocó ser parte el jueves pasado.
Comentó que, en la actualidad, los jóvenes están expuestos a mucha información (fruto, entre otras cosas, de las redes sociales), pero ella no necesariamente tiene un enfoque claro. “Creo que uno puede hablarles de la necesidad de tener esa perspectiva y jerarquía en la información”, sostuvo.
Autor de una trilogía laureada por sus pares y la crítica (“Siútico”, “Raro” y “Rebaño”), co-autor de unas de las investigaciones más completas en torno a la década de los ‘80 (“La era ochentera”, junto a Macarena García) y editor de una obra que reúne a los más talentosos escritores, investigadores y cronistas de su generación (“Volver a los 17”), Contardo ahora se sumergirá en la vida de Pedro Lemebel.
“Estoy preparando, para un tiempo largo, una biografía de Pedro Lemebel. Hice una biografía de un intelectual llamado Luis Oyarzún, para ediciones UDP; hice un perfil de Rodrigo Lira, para un libro llamado ‘Los Malditos’; había hecho un perfil de Pedro Lemebel para la revista Gatopardo y que está en una compilación… Entonces, ya he hecho el trabajo de un perfil biográfico y, en este caso, es volver sobre Lemebel después de su muerte”, relató.
– ¿Qué es lo que te motiva a escribir sobre Lemebel?
– Bueno, por la importancia que tuvo, por la rareza de un personaje así en un país como Chile, por lo que representa en la historia de la literatura chilena y, también, por las distintas etapas del país que le tocó vivir. Desde los cincuenta, pasando por la UP, la dictadura y la transición. Son distintos los contexto en los que vivió y todos fueron hostiles a una persona como él. Es ver cómo se repuso a todo, siempre.
– Siendo un rupturista además.
– Así es. Entonces, me interesa explorar al personaje en su contexto, en épocas de la historia de Chile que marcaron el Siglo XX. Es una figura particular, pues sigue una especie de carácter de los artistas chilenos inmortales como la (Gabriel) Mistral o Violeta Parra, muy rabioso, a contra mano, disconforme y súper crítico.