Cultura y Espectáculos

Angela Neira, escritora, editora y docente: “Soy activista de la docencia pensante y transformadora”

Fotografía: Carolina Echagüe M.

Mujer, escritora, docente, editora, definen quien es Angela Neira. Más que un pasatiempo, el pasear con sus mascotas es pasar tiempo de calidad. “Me gusta pasar tiempo en mi casa cocinando, leyendo, escribiendo junto a Electra, Farida, Habibati y Pichi (mis gatas). Eso lo alterno con paseos a la Laguna Grande junto a los perros (Audre y Grizly), que con mi madre cuidamos. Son tiempos bien importantes para mí”.

La llama del activismo, que es parte de su personalidad, la ha tenido desde niña, pues “siempre he sido crítica, y es con las palabras con las que me siento más cómoda y expresada… palabras que siempre están en tensión por la carga y poder que tienen”.

Ese mismo activismo e inquietud, y cierta cuota de rebeldía, hicieron que siguiera la literatura y la docencia como camino profesional, además de crear el sello Ediciones Mujeres de Puño y Letra. “Nunca fui sumisa y eso no era bien visto… aprendía todo muy rápido y luego me aburría en clases, entonces tenía mucho tiempo para inventar (canciones, proyectos con amigas, actividades varias). La escritura se me daba…sobre todo, porque veía las bibliotecas llenas de libros de escritores y casi nada de escritoras…yo quería estar en esos estantes…lo soñaba y me lo inventaba como futuro. Creo que también inventé eso de querer ser profesora para entretenerme y hacer clases de todo lo que iba aprendiendo”.

Agregando que “todas mis especializaciones y grados las he realizado porque me entusiasma estudiar y dar clases con más experiencia. Soy ante todo activista de la docencia pensante y transformadora”.

En cuanto si en algún momento se ha sentido discriminada o menoscabada, por el sólo hecho de ser mujer, Angela es enfática “desde pequeñas estamos expuestas a todo tipo de violencias sólo por ser mujeres. Esto no es una exageración es una realidad que viví y vivimos todas en menor o mayor grado…por ejemplo, cuando digo esto, sé que muchos pensarán que no reconozco la avanzada político-cultural que hemos tenido desde el ‘mayo feminista’, sin embargo, no advierten que con este avance el patriarcado se fortalece y hace más violento. En mi área no nos pegan, pero nos desprestigian e ingresan en modelos de escritura ‘de mujeres’”.

En este mismo sentido, si existe igualdad de oportunidades, “francamente, no. A nosotras nos cuesta el triple hacer todo. Las mujeres somos las cuidadoras de la familia (hijos, enfermos, abuelas, maridos, etc.). Se nos inculcó (y ya está en nuestro ADN cultural) que el servicio doméstico gratuito es un gran valor. Además, debemos cuidar la apariencia; ser inteligentes, no engordar, andar bien depiladas, ser amistosas, ser ‘sororas’. Es decir, ser siempre las buenas de la historia, las que comprenden todo y abrazamos y perdonamos al victimario”.

Igual de clara y contundente es su posición sobre la llamada “Equidad de género”. “En general, se entiende esto como que alguien, el Estado o las instituciones, debe darles a las mujeres lo mismo que tienen los hombres, y en realidad eso no me interesa. No queremos lo que tienen ellos, pues eso sería duplicar la violencia en el mundo… sería aberrante y contradictorio, no obstante, eso se dice en los medios. Sin duda, una forma más de sacarnos del eventual protagonismo en la toma de decisiones significativa y urgentes”.

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