Cultura y Espectáculos

“Venían a buscarme” llegará a la ciudad como parte del ciclo 2018 de Miradoc

Por: Ricardo Cárcamo 02 de Junio 2018
Fotografía: Gentileza Miradoc.

Una historia cruda. Llena de emotividad, de sueños rotos. Y desde un prisma muy personal, contada por alguien que sin dudas tenía una visión llena de detalles, de significados. El próximo jueves, a las 18.30 horas en el Auditorio de la Facultad de Humanidades y Arte de la UdeC, se estrenará el documental “Venían a buscarme”, como parte del ciclo 2018 de Miradoc.

En este trabajo, el director y productor chileno Álvaro de la Barra reconstruye la historia de sus padres, asesinados durante la dictadura y, a través de ellos, también su propia identidad. Es un ejercicio valiente que alimenta uno de los documentales más aplaudidos del último tiempo.
“Luego del golpe militar de Pinochet, mis padres, que eran militantes revolucionarios, murieron ejecutados en la esquina de mi jardín de infancia en una emboscada, cuando venían a buscarme”, cuenta el director sobre la trama de este documental.

Al respecto, agregó que “crecí en el exilio, clandestino y con la imagen heroica de mis padres como pareja y como luchadores sociales. A través del documental busco recuperar mi identidad, intentando así también conocerlos a ellos”.

Guion en la sangre

La construcción de la historia familiar de Álvaro De la Barra, cuya vida se desarrolló en Venezuela y París, la consigue a través del recuerdo de familiares y archivos que fue encontrando durante su investigación.

“Más allá de ser un filme político, ‘Venían a buscarme’ rescata la historia de muchos niños que debieron partir al exilio, que fueron alejados de sus padres o sufrieron su muerte durante este periodo”, comentó el director.

En ese sentido, señaló además que “mi historia siempre la he sabido, pero se había convertido en tabú familiar. En mi primer viaje inicié un juicio, que finalizaría 16 años después cuando, viviendo en París, me llega la noticia que teníamos una sentencia que me devolvía mis apellidos originales. Es en ese momento, parte en mí la necesidad de volver a Chile para vivir aquí, y para realizar esta película que, desde que decidí dedicarme al cine, siempre supe que haría”.

De la Barra contó que el proceso de investigación fue complejo. “Intentas atrapar eso que se ha estado diluyendo, pero que aún está y los recuerdos, que se van transformando con el tiempo, hay que atraparlos, cotejarlos para dibujar una realidad que es pasado, que ya no está. Con esta premisa fui conociendo, encontrándome, conversando con todas las personas que vivieron y participaron en los momentos claves de la vida de mis padres. Fui visitando los lugares dónde crecieron, dónde vivieron y dónde murieron”, aseguró.

Tras la función del jueves, el documental tendrá otras tres presentaciones en la ciudad: el 14 de junio, a las 18.30 horas, en la sala David Stitchkin ($1.500 general y $500 estudiantes y tercera edad), y el 26 y el 28 del mismo mes en la sala de la Alianza Francesa (ambas a las 19 horas, entrada general $1.000).

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