Cultura y Espectáculos

Las modificaciones que por un lado suman y por el otro producen descontento

Ya pasar del papel a lo digital fue traumático, lo que con los años se fue tomando como normal, aunque los ajustes que se producen cada cierto tiempo vuelven a reflotar la desconfianza y distancia de esta "lotería" de financiamiento cultural artístico.

Por: Diario Concepción 17 de Julio 2016
Fotografía: imagenPrincipal-4546.jpg

Ya pasar del papel a lo digital fue traumático, lo que con los años se fue tomando como normal, aunque los ajustes que se producen cada cierto tiempo vuelven a reflotar la desconfianza y distancia de esta "lotería" de financiamiento cultural artístico.
 

Mauricio Maldonado Quilodrán
mauricio.maldonado@diarioconcepcion.cl

 

Creado en 1992 con el objetivo de financiar proyectos e ideas artísticas de toda índole, tanto a nivel regional como nacional, el Fondo Nacional de Desarrollo Cultural y las Artes (Fondart) nunca ha estado excento de críticas y polémicas.

Con la idea de que este sistema de financiamiento funcione de manera óptima, cada administración -que corre por cuenta del Consejo de la Cultura a partir del año 2003- ha introducido cambios en su manera de postular, siendo el traspaso del papel a lo digital, la transformación más radical y que continúa su marcha hasta nuestros días.

"Ciertamente fue un cambio traumático, pero hoy en día está súper asumido por la gente, aunque igual existen ciertas brechas digitales en comunidades que tienen menos acceso o menor cultura digital, específicamente, en las líneas de pueblos originarios y artesanía", comentó María Eugenia Cartes, coordinadora de la Unidad de Fomento.

En esta línea, la plataforma web de postulación agregó un paso previo antes de poder entrar de lleno a la postulación, modificación que se pensó como un cambio positivo a largo plazo. "Siempre que se realizan modificaciones son para mejor, se realizan con miras a que se va a facilitar el acceso y que los trámites serán más fluídos, todo eso en la buena intensión, y que al parecer cada administración ha querido y ha tenido la buena intensión de mejorarlo. Pero cuando se instaura o instala algo nuevo genera una reacción adversa. Este año, por ejemplo, el trauma era el tema del registro, la gente se encontró con que tenía que hacer un paso previo a la formulación del proyecto, que era realizar su Perfil Cultura. Desde el primer día de su implementación hubo problemas, pero se han ido solucionando, ya que tenía unos pequeños detalles. Un registro que debería permitir que la postulación sea cada vez más fácil. Se supone que si se llegara a ‘mutar’ nuevamente de plataforma eso no se perdería como ha ocurrido con anterioridad", explicó Cartes.

Para Oscar Concha, destacado artista visual y fotógrafo, si bien es positivo que ahora sea todo el trámite vía web -aunque igual se continúan recibiendo postulaciones en papel- el introducir este cambio con el llenado del Perfil Cultura, se ha retrocedido negativamente en el proceso de postulación, ya que "el año pasado tú estabas en la plataforma, o sea,actualizabas tus datos y listo, en cambio, ahora borraron con todo. Es volver de cero, teniendo que subir todo nuevamente. Se supone que la plataforma debe facilitarte el acceso y no lo contrario, la idea es que la vayan ‘aceitando’ y ‘lubricando’ para que sea más amigable y menos compleja. Y con este cambio volvieron a retroceder".

Algo que se ha tornado en una especie de proceso cíclico, es decir, "siempre pasa eso, es como parte de una antiestrategia y antiformas, se tiene avances por un lado, pero también se retrocede por otros. Como que cada año te van poniendo más complejidades , al final te ponen más ‘trampas’ para que tú no puedas fluír dentro de una plataforma que se supone accesible", añadió Concha.

Mientras que para Camila Contreras, bailarina e integrante del colectivo de danza contemporánea Escénica en Movimiento, si bien se cambió nuevamente la plataforma a través de este ítem, no es algo que sea algo invalidante o intimidante para postular, más bien es algo positivo y que con los años ha fallado menos. "Antes uno podía importar los datos, eso facilitaba bastante a la gente que había postulado años anteriores, se hacía todo más rápido. Se cambió con una idea de mejorar más la plataforma, dejando en claro que será una herramienta que perdurará por más tiempo. Creo que como la gente está más relacionada con el tema cibernético, es ahora todo más fácil, de hecho uno tiene toda la información en PDF, logrando subirla de manera más expedita. Se ha evolucionado de manera positiva en cuanto a la plataforma, la cual ha fallado cuando se acercan las fechas de cierre de los fondos, aunque este último tiempo ha sido en menor medida", señaló Contreras.

Ajeno a todo tipo de plataformas y de plano totalmente crítico sobre los Fondos de Cultura, Iván Monsalves, director y creador de Revista Mocha -publicación que este 2016 cumplió 10 años- encuentra que el sistema del Fondart no sirve y que no es justo con el quehacer de los artistas. "Siempre he encontrado que es un sistema súper engorroso, siento que es casi indigno para un artista que trabaja tanto tiempo en crear, que el Estado no se preocupe de facilitarle las cosas y protegerlo. Algo más que postivo es algo dañino para los creadores, nosotros hemos optado por otro tipo de vía, mucho más callejero y práctico, no fundador de esperanzas. No tenemos por qué estar haciendo tanto papel y justificando con archivos y fotos nuestras ideas, creo que no se debería postular, debería haber una cantidad de dinero determinada y distribuirla, posteriormente realizar un catastro de cual proyecto tiene continuidad y cual no", dijo.

 

El papel aguanta todo

 

Una constante y que ha surgido a raíz -y en paralelo- con el desarrollo del Fondart, es la especialización de algunas personas o agentes que se dedican exclusivamente a la formulación y armado de proyectos, como una suerte de ‘pyme’ que tiene sus críticos como adeptos.

"En lo personal, no creo que sea algo malo, hay agentes creativos que se especializan en la elaboración de proyectos y esa es su habilidad, más allá de que sea creador o no. De alguna forma el Fondart ha provocado la especialización de agentes creativos en distintos ámbitos, no es algo malo, ya que antiguamente el artista era quien hacía todo el proyecto, desde las comunicaciones hasta la gráfica. Es una crítica recurrente, pero muchas veces los creadores no tienen por qué también ser gestores", manifestó la coordinadora de la Unidad de Fomento.

Algo que Concha no ve con buenos ojos, por el contrario, sería "como el tipo que se encarga del ‘lobby’ en la política, el facilitador que te contacta con el dinero, el poder, las empresas. Claro, hay que profesionalizar el ámbito de la cultura, es decir, uno también tiene que profesionalizarse y saber cómo postular, tú armas equipos de trabajo y me parece súper bien, hay personas que se manejan más en escribir y redactar, pero como parte de tu equipo. El papel aguanta todo, si lo armas bonito puedes entrar a competir con quienes quizás no tienen esa habilidad, pero sí son creadores de peso en sus respectivas disciplinas".

Para Monsalves, esta figura lo que propicia es que se genere una especie de plantilla o forma de presentar proyectos, que de igual manera terminará por obtener recursos. "No puede ser que todos los años estén postulando las mismas personas con el mismo proyecto, actualizándolos y cambiando unos mínimos detalles, y se ganen las platas, el mismo festival de teatro, el mismo encuentro de danza, etc. Hay una tropa de vagos que sólo funcionan entorno al Fondart".

 

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