Colegio de Profesores aseguró que es imposible evaluar aprendizajes en estudiantes que no tienen clases desde el estallido social ni tampoco las mismas condiciones en casa.
Si bien aún no se tiene claro cómo ni cuándo se realizará el retorno de los escolares a las aulas, el Ministerio de Educación ya está pensando en una evaluación integral para los estudiantes, que incluya aspectos psicosociales y aprendizajes, instrumento que desarrollará la Agencia de la Calidad de la Educación (ACE).
El seremi del ramo, Fernando Peña, explicó que la ACE, como organismo técnico de la cartera, está trabajando en la evaluación integral, que busca ser un apoyo para la planificación de los establecimientos “para abordar y diagnosticar de mejor manera la situación en aspectos tanto pedagógicos como socioemocionales”.
El Diagnóstico Integral de Aprendizajes (DIA) aún está en desarrollo y se espera que, apenas esté listo, se encuentre disponible en todos los colegios del país a través de una plataforma, que según explicó Daniel Rodríguez, secretario ejecutivo de la ACE permitirá la aplicación de pruebas censales en Lectura y Matemática, además de un cuestionario socioemocional para identificar el estado y disposición de los estudiantes tras enfrentar la pandemia. “Este diagnóstico hará la diferencia para enfrentar la contingencia y el futuro”, comentó Rodríguez.
Para Boris Figueroa, presidente regional del Colegio de Profesores, es muy complicado crear un instrumento que permita evaluar a todos los niños, porque no tienen las condiciones.
“No tiene lógica, pues la situación es muy diversa (…). Cuando se vuelva a clases, los profesores, que conocen a los niños y sus familias, podrán crear un instrumento para evaluar en qué condiciones vienen los chicos en la parte emocional, sus competencias y ver si es que alguno avanzó o no”, comentó el representante del magisterio.
Según Figueroa, los aprendizajes deben pasar a segundo plano, pues los alumnos no tienen hábitos de estudios ni menos las condiciones tecnológicas para lograr avanzar, considerando también que no han tenido clases normales desde octubre del año pasado, producto del estallido social.
“Se debió utilizar la televisión abierta para hacer clases, el 95% de la gente, tanto del sector urbano como del rural, cuenta con conexión. Eso habría bastado”, aseguró Figueroa.