Otro indicador más optimista, aunque puede no representar a la totalidad del país, muestra, en la zona metropolitana, la existencia de 152.662 jóvenes entre 15 y 29 años que mientras estudian, dedican parte de su tiempo a conseguir ingresos complementarios.
La tecnología establece otros parámetros, las justas aspiraciones de los trabajadores tienen que conciliarse con la posibilidad de las empresas para seguir en funciones, pero ambos sectores deben realizar las adaptaciones necesarias para continuar con sus actividades.
Para nuestro país, el informe último Going for Growth 2019 de la Ocde, señala que, si bien es cierto, hubo un progreso rápido en las últimas décadas, ese progreso se ha detenido después de 2013, reflejando un débil crecimiento del empleo y un deterioro de la productividad.