El problema del CAE es que no sólo se enmarca en un criterio político y de gasto público, sino también educativo.
La nueva Educación Pública garantiza una educación de calidad, entregando oportunidades y herramientas a los y las estudiantes.
Así, y a la vista de todo lo anterior, ¿cuál será el mejor modelo constitucional para enfrentar estos desafíos?
Esto nos pone a la altura de los sistemas educativos más inclusivos del mundo.
La educación rural merece toda nuestra atención y dedicación, por eso se debe tomar como un desafío permanente.