La llamada "Operación Amanecer" está llegando a su fin, luego de una semana donde los recintos universitarios se convirtieron en campos de batalla en contra las fuerzas de seguridad.
"La intención de las fuerzas de seguridad chilenas es clara: lesionar a quienes se manifiestan para desincentivar la protesta, incluso llegando al extremo de usar la tortura y violencia sexual", precisaron desde el organismo.
"Un medicamento de \$40 mil en una cadena de farmacia, puede costar en una comunal \$4 mil”, adelantó el secretario de Estado.
"Me indigna mucho cuando alguno de los nuestros comete un abuso o un exceso y soy el primero en condenarlo", afirmó el uniformado.