Es más que necesario que, al definir los criterios, no se fomente el odio, las divisiones o el negativismo, sino por el contrario, recomponer las confianzas y fortalecer las bases de la vida institucional.
Se inicia un período complejo de negociaciones sobre las relaciones futuras entre ambos, una vez terminado el período de transición. Lo más difícil comienza recién ahora.
La única forma de poder competir en libertad es con la colaboración de todos los miembros del mercado.
No quisiera parecer otro populista que crece a costa de deslegitimar a los partidos para posar mesiánicamente desde un púlpito de superioridad moral dictando recetas mágicas.
La única forma de lograr la anhelada inclusión es reconocer la validez en la sabiduría forjada en la experiencia.