No es de extrañar que el manejo de la pandemia se haya transformado rápidamente en escenario para la judicialización, en especial en Europa.
El texto que la comisión mixta aprobó esta semana, y que debería ser votado la próxima, deforma la propuesta inicial y no cumple el propósito por el que el mecanismo de escaños existe: asegurar la participación política indígena.
La urgencia de alcanzar la paz social requiere de territorios que ofrezcan oportunidades y libertad para la realización de los proyectos de vida que hagan posible el máximo desarrollo material y espiritual de las personas.
Finalizando año 2020, y a 72 años de la Declaración Universal de DDHH, de forma insistente (y por sobre todo enfadadas) enfatizamos que la violencia de género es un problema de DDHH, pues lo que primordialmente está en riesgo es nuestra vida: derecho humano fundamental que le da sentido al resto de este catálogo universal.