Opinión

Un conflicto que parece no tener fin

Por: Diario Concepción 24 de Septiembre 2022
Fotografía: Catalina Quintanilla Cortés

Catalina Quintanilla Cortés
Ayudante PEE y Estudiante de 4to año,
Derecho UdeC

El reciente conflicto armado entre Armenia y Azerbaiyán, es un conflicto que se remonta años atrás, llegando a ser uno de los más antiguos del mundo. Y se debe a la zona Nagorno-Karabaj, la cual es mayormente poblada por armenios cristianos, esto de por si crea  un enfrentamiento religioso con Azerbaiyán quienes en su mayoría son musulmanes. Sin embargo, esta no es la única fuente de conflicto.

Ambos países formaron parte de la República Soviética (URSS), durante el tiempo de la URSS se decidió que la región debía ser parte de Azerbaiyán. Pero con la disolución de la URSS, la tensión entre ambos países por controlar este territorio se activó.

El gobierno del Alto Karabaj organizo un referéndum para decidir si la zona se independizaba de Azerbaiyán y declararon su independencia en 1992 luego de ganar el sí. No obstante, la comunidad internacional no reconoció al nuevo estado, esto condujo a una guerra entre la región (apoyados por Armenia) y Azerbaiyán.

En 1994 se firmó un alto al fuego, el cual se ha roto en varias ocasiones. En 2020 estalló la segunda guerra por este territorio, Armenia perdió y Azerbaiyán recupero parte del territorio que perdió entre 1991 y 1994.

Ambos países tienen sus aliados. Azerbaiyán tiene como aliado a Turquía, y Armenia a Rusia, sin embargo, parecieran no querer inmiscuirse en el conflicto.

La Unión Europea también ha intentado un cese al fuego, intentan mostrarse como un mediador neutral, ya que esta zona es importante por el petróleo y el gas que exporta Azerbaiyán, recursos cuya distribución se encuentra paralizada debido al conflicto.

Recientemente, estallaron nuevamente enfrentamientos a gran escala entre tropas azerbaiyanas y armenias. Y la escalada de violencia ya ha causado la muerte de más de 150 personas tan solo el pasado 15 de septiembre, esto amenaza con ser una nueva guerra.

La Unión Europea ya llamó a ambas partes para que pongan freno a la violencia. Incluso, el representante europeo Tovio Klaar, mantuvo un encuentro con el presidente azerí y su ministro de Asuntos Exteriores en un intento por detener los ataques.

Este es un conflicto que parece no tener fin, ha sido tratado como un asunto oculto bajo la alfombra. Las autoridades internacionales se han limitado a ser meros observadores de una cadena de violencia que lleva más de 30 años, y se han limitado a intervenir solamente cuando el conflicto afecta los intereses del resto de las naciones.

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