Opinión

Digámoslo sin rodeos

Por: Diario Concepción 23 de Septiembre 2022
Fotografía: Francisco Fernández

Francisco Fernández Sagardía
Abogado Colectiva Justicia en Derechos Humanos

Ni aun entre los juristas animalistas existe consenso respecto al reconocimiento de los derechos a los animales no humanos, ya que fundamentarlo jurídicamente tiene varios argumentos en contra. Las tesis filosófico-jurídicas existentes en la literatura internacional que han tenido mayor recepción y desarrollo siguen siendo las  antropocéntricas. Dos de ellas son las principales. La primera, es aquella que sostiene que algunos animales  tienen cierta capacidad de autoconciencia y razonamiento que los dotaría, a su vez, de una dignidad parcial en comparación con la dignidad humana y por lo mismo serían merecedores de derechos. La segunda, fundamenta los derechos de los animales no humanos en su capacidad de sentir, ya que al contar con sistema nervioso central, tienen al menos el más básico de los intereses, el interés de no sufrir, que los debería convertir en sujetos de derechos.

Los juristas animalistas que sostienen que la protección a los animales no debe ser a través del otorgamiento de derechos, tienen como vía de protección una decisión política, es decir, un acuerdo político que trascienda en normas que, sin reconocer derechos a los animales no humanos, los protejan de distintos tipos de violencia, según acordemos los humanos.

En lo personal, no tengo ninguna duda que a los animales deban dotárseles de ciertos derechos fundamentados principalmente en su capacidad de sentir, y sobre todo sentir dolor. Sé que esto requiere de una reflexión mayor, ya que todos los animales sufren y no lograremos ahora el reconocimiento de esto. Pero si estamos en condiciones de hacer algo por la vía política dejando para el futuro el reconocimiento de sus derechos. Específicamente estamos en condiciones como país de proteger el maltrato en el rodeo y carreras de galgos que solo están hechos para un entretenimiento totalmente aislado de empatía. Es  hora de acordar políticamente normas que los prohíban.

El rodeo por ejemplo es considerado por el 63% de la población como maltrato animal y a más del 75% de los chilenos no nos representa, entonces, ¿cuál es la explicación para mantener estos niveles de crueldad sino un egoísmo sectorizado? Hace poco un porcentaje menor de los chilenos rechazó una nueva Constitución que internacionalmente ha sido vista como una negativa sorpresa en razón de la historia de nuestra Constitución vigente, los invito a sorprender al mundo positivamente y acabemos gradualmente con la crueldad, siendo este primer paso inmediatamente necesario.

 

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