
En plena discusión de la Reforma, que parece complicarse cada día en vez de encontrar vías de acuerdo, es perentorio recuperar la cordura y la dignidad del debate, erradicar definitivamente estos hechos que en nada aportan a la razón.
Para enfrentar estas deficiencias es necesario mejorar la formación intelectual y las así llamadas competencias transversales, es el prólogo indispensable para el desarrollo integral del hombre y las sociedades, sin ella la ciencia, como ha tratado de definirse, es incompleta y eventualmente ciega.
La condición faltante en cualquier escenario, de grandes o pequeñas regiones, es la voluntad de actuar en concierto, la capacidad de trabajar armoniosamente para aprovechar las ventajas particulares de cada rincón del territorio, de coordinar esfuerzos para llevar adelante grandes proyectos de interés común.