Se observa que el 67,4% de la población califica su calidad de vida como buena o muy buena, siendo los hombres los que presentan una mejor autoevaluación, con casi 8 puntos por sobre las mujeres, siendo este último, junto a la tercera edad y personas de menor grado de educación, el sector menos satisfecho.
Con todos los inconvenientes y padecimientos, ha llegado la hora más esperada para los políticos, no precisamente para hacer un acabado resumen de lo que han venido haciendo, o el impacto que sobre la ciudadanía han tenido sus infaltables propuestas, sino para sacar cuentas y fijar posiciones, esto último casi un oxímoron, conociendo como se mueven esas aguas.
Hay preocupación ciudadana al observar lo que ocurre en las grandes urbes, con limitaciones de superficie para planes inmobiliarios y un fuerte componente de búsqueda de rentabilidades sustanciosas, aprovechando brechas de permeabilidad normativa.
En su interminable periplo, Ulises llega a una isla; a primera vista, ésta tiene todo lo que hace falta para reaprovisionar la nave, así que después de un merecido descanso, todos se ponen a buscar provisiones.
Junto con el progreso económico, el ejercicio laboral potencia la dignidad y bienestar personal, transformándose en un derecho individual, familiar y de las comunidades.