Editorial

No nos olvidemos (de las ruinas) del Mercado Municipal

El mes próximo se van a cumplir seis años del siniestro que destruyó ese emblemático inmueble, en pleno corazón del centro penquista, y que parece haberse invisibilizado para todos, a pesar de los desnudos arcos de su estructura, que permanecen silenciosos esperando su postergada resurrección.

Por: Editorial Diario Concepción 28 de Marzo 2019
Fotografía: Isidoro Valenzuela M.

A las autoridades edilicias no debiera inquietarles un perpetuo estado de crítica, muchas veces por situaciones que ni siquiera son de su competencia, se trata, más bien, de asumir que son la autoridad conocida y cercana en medio de una estructura estatal lejana, intimidante y muy posiblemente dura de oídos, o a quienes no están en el centro del territorio.

Es una situación a tener en cuenta a la llegada de las urgencias y las emergencias que tienen, entre otras características negativas, la común condición de opacar toda suerte de otros problemas también importantes. La ciudad está viviendo varias de esas circunstancias paralelamente, no un sólo ruido, sino que varios, no un par de pequeños problemas, sino que un conjunto de considerable tamaño, entre estos, las relativas urgencias de todos los días, para no mencionar puentes, conectividad, aceras, centro, ambulantes y otras contingencia.

Entre los asunto que resultan postergados, a tal punto que se termina por dejar de ver es que en el centro de la ciudad, la misma que pretende transformarse en una de las grandes metrópolis de Chile, permanece impertérrito el Mercado Municipal, un edificio que llegó a ser emblemático, construido en 1940, con estructura de hormigón curvado generaba una cúpula que cubría más de 3.500 metros cuadrados de superficie. Al estar ubicado en el corazón de Concepción, ocupando una de sus manzanas más importantes, su impacto en el perfil de la urbe es enorme y, del mismo modo, las construcciones que se encuentran en su periferia de la ciudad.

Los últimos años de su existencia, estuvieron repletos de incidentes y conflictos de propiedad. El incendio, que acontecido el día domingo 28 de abril de 2013, representó un episodio lamentable para la ciudad, que perdió una importante pérdida de espacio para abastecimiento, además de su valor histórico y patrimonial para la Región. Poco después del siniestro, se zanjó el caso del Mercado Central de Concepción a través de un acuerdo en la Corte Suprema, comprometiéndose las partes a traspasar la propiedad del centro comercial al municipio y éste a generar en cuatro años un proyecto que recupere y modernice el deteriorado espacio.

El tiempo ha pasado, con más retrocesos que avances, esta situación se mantiene, mejor dicho, esta situación está en el olvido, o en alguna carpeta a la espera de novedades. Hay que recordar, además, que para hacer las cosas más complejas la ciudad recibió un presente griego; el Consejo de Monumentos Nacionales declaró monumento histórico nuestro destruido Mercado Central y sus estructuras aledañas, como la pérgola de las flores que opera en el exterior, lo que obliga someter a consulta de ese Consejo cualquier decisión que se tome en torno al edificio.

El mes próximo se van a cumplir seis años del siniestro que destruyó ese emblemático inmueble, en pleno corazón del centro penquista, y que parece haberse invisibilizado para todos, a pesar de los desnudos arcos de su estructura, que permanecen silenciosos esperando su postergada resurrección.

La descentralización será un tema recurrente en los tiempos por venir, es este un ejemplo claro de lo que sucede cuando las realidades lejanas a la capital no tienen trascendencia, es sólo un hecho que no hace ruido, situación favorecida por representantes regionales, o mudos o hablando de otra cosa. Sin embargo, el mercado sigue faltando en la ciudad.

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