Ciudades para todos los que las habitan, amables y aptas para personas diferentes, porque son niños y jóvenes, porque son de la edad mayor con necesidades particulares, como el descansar en áreas verdes o tener un espacio para jugar. Sentir que viven en una ciudad amable y acogedora.
No se puede ignorar las cosas que han cambiado para bien, tenemos otras carreteras, otras tecnologías, los puertos han experimentado saltos cuánticos en calidad, la conciencia del potencial mercado, otro tanto y, sin embargo, el turismo está perpetuamente al debe.
La capacitación debe estar en armonía con las necesidades reales, en directa relación con la capacidad de competir, y con las futuras competencias para trabajos que por ahora no existen.
Hay factores humanos fuertemente involucrados, el perfil agresivo de muchos conductores, además de la posibilidad de conducir bajo el efecto de substancias, más el factor de uso irresponsable de celulares.
Es notorio que el retail aún no se ha tomado demasiado en serio el compromiso de reducir el uso intensivo del plástico: bolsas para el pan y las frutas, quesos, carnes y fiambres forrados sin necesidad, bandejas de plumavit u otros polímeros envuelto en alusa. Prácticas que resultan desmotivantes y contradictorias para el cliente que está empezando a tomar conciencia.
Es necesario señalar que la Patria será siempre un proyecto en construcción, cuya fin último es la posibilidad de convertir en realidad el deseo común. Lograr que el deseo, inicialmente de algunos, se transforme en una ambición colectiva, que bien podría ser la primera forma de patriotismo.