Hay que mejorar en algunos aspectos y reforzar en otros, pero, lo positivo es que, finalmente, el impacto fue menor y no lamentamos situaciones complejas.
Cuesta creer que hoy cerca de cuatro mil personas dependan todavía de camiones aljibes para abastecerse de este vital y básico servicio.
Es imperante que exista una política y planificación robusta sobre cómo amortiguar o bajar ese grado de asimetría, dando a los sectores lejanos a las grandes urbes todo lo necesario para el bienestar de la población.
En esta ocasión tratan de espacios físicos y no necesariamente de carácter monetario que es lo que usualmente se vincula cuando se habla de recursos del fisco.
Queda por determinar de quién es la responsabilidad. ¿Asentamientos irregulares u otro origen? Las autoridades y las fiscalizaciones iniciadas tendrán la última palabra.