Este rubro es de suma importancia no solo económica sino que también cultural en una parte importante de la Región.
La industria de la miel es una de las más típicas y simbólicas de la Región, especialmente en la parte precordillerana.
De hecho, esta es parte del listado de productos que salen desde nuestra zona al extranjero, con mucha reputación en varios puntos del planeta.
Pero mientras en la Comisión de Agricultura de la Cámara de Diputadas y Diputados se discute la creación de un Registro Nacional de Polinizadores Profesionales, en la Región el rubro lidia con precios bajos, costos crecientes y una progresiva pérdida de protagonismo en el panorama nacional.
El proyecto en debate busca no solo modernizar la actividad, sino también fortalecer la trazabilidad y proteger a los polinizadores, pieza fundamental para la biodiversidad y para la producción de mieles monoflorales, altamente valoradas en mercados. Sin embargo, las posturas al interior del sector no son unánimes.
Según el Ministerio de Agricultura, el 91% de los usuarios del rubro se concentran entre las regiones de Coquimbo y La Araucanía, con más de 1.200 productores apoyados en 2024 mediante programas de inversión que sumaron $4 mil 580 millones.
Biobío que en los años 80 albergaba casi la mitad de los productores del país, hoy apenas concentra un 12% de ellos. Factores climáticos, transformaciones en el desarrollo rural y el avance de la agroindustria han contribuido a ese retroceso.
Misael Cuevas, presidente de la Red de Apicultores del Biobío, recalcó que avanzar en modernización y profesionalización es indispensable. A su juicio, la trazabilidad es siempre positiva en un sector donde la certificación de origen y el control sanitario son cada vez más valorados.
En el plano político, los diputados y diputadas de la región se han alineado en torno a la necesidad de fortalecer la apicultura, aunque con matices sobre cómo debe implementarse el registro.
Para ello, entonces, es vital que las ideas avancen en el Congreso, entendiendo que este rubro es de suma importancia no solo económica sino que también cultural en una parte importante de la Región.