Una iniciativa como esta debe continuar como una política propia del Estado sin importar la administración de turno en La Moneda.
El Plan de Emergencia Habitacional del Gobierno ha sido uno de las planificaciones más sostenidas en el tiempo de la actual administración.
El diagnóstico fue rápido y claro: la coyuntura país da cuenta de un déficit de viviendas que no puede superarse producto de lo difícil que es, al mismo tiempo, el poder acceder a una casa propia producto de una serie de factores que van desde ingresos mensuales a créditos hipotecarios -y sus condiciones- hasta el valor del proyecto en UF.
De ahí la idea de aplicar este plan el que, por lo menos, en el caso de Biobío partió con una meta autoimpuesta de cerca de 18 mil unidades, y que ahora subió a unas 25 mil.
La seremi de Vivienda del Biobío, Claudia Toledo, afirmó que a nivel nacional, el programa ya cumple un 82 % de la meta presidencial y que en la región se contabilizan 22 mil 500 unidades ejecutadas, con más de 9 mil en construcción y cerca de 5 mil por iniciar.
Según Toledo, este cumplimiento anticipado permitió diversificar la política habitacional en la zona. “Hoy día podemos hablar de arriendo a precios justos, pequeños condominios, proyectos industrializados y presencia en comunas donde antes no se llegaba, como Tirúa”, detalló.
La seremi añadió que al asumir el cargo detectaron una “falta de Estado” en varias provincias. “Hoy estamos presentes con empresas trabajando en proyectos habitacionales y urbanos”, dijo, citando como ejemplo el proyecto más grande de la región, en Los Álamos, con 513 viviendas en construcción.
También adelantó que se entregarán nuevas unidades en cuestión de semanas. “En unos días más entregamos en Los Álamos y próximamente en Los Ángeles y Tucapel, con más de 300 viviendas”, indicó. Recordó que ya se concretaron entregas en Hualqui y Los Ángeles, con participación del Presidente y del ministro Montes.
La seremi recalcó que la región cuenta con uno de los presupuestos más altos del ministerio. “Tenemos trabajo mensual, metas mensuales y reuniones cada dos semanas, tanto a nivel regional como nacional, además de mesas con Bienes Nacionales y la Cámara Chilena de la Construcción”, sostuvo.
Es evidente que este plan ha sido un tanque de oxígeno para muchas familias de la Región. Es que el acceso a un hogar se ha transformado en una travesía llena de dificultades en las últimas décadas.
Por eso, una iniciativa como esta debe continuar como una política propia del Estado sin importar la administración de turno en La Moneda.