El doctor en Derecho y académico de la Universidad de Concepción hizo un llamado a estar informado de cara al plebiscito de este domingo y no caer en posturas utópicas ni apocalípticas.
“Lo importantes es legitimar el proceso. Si usted vota Apruebo, bien. Si usted vota Rechazo, también. Lo importante es que participemos. Qué cosa más importante es que nos llamen para pedirnos nuestra opinión. Este es un gran paso”.
La frase anterior es el doctor en Derecho y académico de la Facultad de Ciencias Sociales y Jurídicas de la Universidad de Concepción (UdeC), Fabián Huepe, quien agregó que, si bien estamos en presencia de un hecho trascendente, no debemos perder de vista que existe toda una historia constitucional detrás. Por ello, dijo que aquí no caben las miradas “apocalípticas”.
“Hay que entender que la Constitución regula el poder, los aspectos fundamentales de la forma de gobierno, los grandes principios políticos y jurídicos, y derechos fundamentales”, comentó el académico.
Recordó que algunos de los temas que se pusieron sobre la mesa en octubre pasado fueron pensiones, salud y educación que son justamente derechos fundamentales. No obstante, cuando se consulta si la carta magna resolverá estos problemas, Huepe recordó que estamos en una campaña política y que los argumentos extremos que se escuchan son justamente eso. Por ello, dijo que “hay que controlar las expectativas, porque (una nueva Constitución) no soluciona todos los problemas, pero ayuda”.
En su opinión, y advirtiendo que no es un sociólogo, desde el punto de vista de la ciudadanía se aprecian los utópicos (“creen que se resolverá todo”), los optimistas (“saben que hay dificultades, pero ven que puede surgir algo positivo”), los realistas (“tienes más dudas que certezas”), los pesimistas (“creen que el país va a retroceder”) y los apocalípticos (“piensan que este proceso es el abismo”). “Ni utópico ni apocalíptico, habrá que estar entre el optimismo y el realismo, tratar de hacer lo mejor posible en el escenario que nos toca”, comentó.
El académico agregó que “sé que existe una crítica respecto a que este proceso se generó a propósito de la violencia, pero no hay que reducirlo a ello. Son las crisis las que generan las salidas institucionales. Las constituciones no se hacen, porque se nos ocurrió un día hacerla, tiene que haber un proceso histórico y conflictivo que lo genere”.
Lo anterior, dijo, podría explicar por qué el proyecto del gobierno de la expresidenta Michelle Bachelet, “quedó en el freezer”.
Destacó que “este es un proceso inédito, no sólo a nivel nacional, sino en el mundo. Si, eventualmente, gana el Apruebo, habrá particularidades que se distinguen de otros procesos como la paridad de género, la posibilidad de que los independientes puedan crear listas y, está la discusión de los escaños reservados para los pueblos originarios. Esos tres elementos le dan una particularidad importante”.