El ex DC dijo que estará en la papeleta de abril, sin participar en primarias. Dijo que “mis adversarios son la desigualdad; el clientelismo y las malas prácticas políticas; y el centralismo”.
“Sigo siendo humanista cristiano, me sigue inspirando la doctrina social de la Iglesia. Sigo creyendo en la concordia de clases. Sigo creyendo en el cooperativismo, para la solución de los conflictos. Sigo creyendo en el diálogo y en las herramientas de la paz. Creo en el bien común (…). Creo en la necesidad de la equidad de género, el cuidado del planeta, en el trabajo y complemento del sector privado, el mundo social y la academia. Si lo dijera desde el mundo de la empresa, creo en la mejora continua. Desde la política, diría que soy un reformista, no revolucionario”.
Así se definió ayer el ex intendente del Bío Bío, Rodrigo Díaz, horas después de dar a conocer oficialmente su decisión de competir en la elección de gobernadores regionales de abril próximo, de manera “independiente y transversal”.
En efecto, y probablemente en el afán de no dejar ningún tipo de dudas, quien fuera militante DC, dijo que irá directamente a la papeleta, que no participará de primaria alguna y tomará “el camino difícil”, el de la recolección de firmas. Lo anterior, pese a que existen partidos, representantes del mundo político y social que lo apoyan.
Ayer fue enfático. “Mis adversario son la desigualdad; el clientelismo y las malas prácticas políticas; y el centralismo”, sostuvo.
También, remarcó su distancia con sectores de la derecha, manifestando que votó y trabajó para que terminara la dictadura de Pinochet y, al mismo tiempo, se declaró “opositor” a la actual administración de Gobierno. De hecho, en un hilo de Twitter habló de retomar iniciativas que en la actual gestión regional están invisibilizadas o, de plano, postergadas como: el Planetario de la Universidad del Bío-Bío (UBB); el Museo de la Memoria de los Derechos Humanos; el Parque Científico y Tecnológico; el estadio de Los Ángeles; o programas de desarrollo para los pueblos originarios.
Díaz insistió en su independencia y manifestó que “también hay otra opción, que es elegir a alguien que esté alineado con algunas de las cuotas de poder tradicionales de los partidos. Pero yo creo que esa es una mala opción. Creo que uno tiene que generar un Gobierno Regional de mayorías”.
No obstante lo anterior, desde el mundo partidista de la ex Nueva Mayoría, hubo quienes aplaudieron la decisión del ex intendente.
A través de su cuenta de Twitter, el senador del PPD, Felipe Harboe, le deseo éxito en su desafío y cerró con un “cuente con mi apoyo”.
De hecho, el PPD es uno de los partidos opositores que apoyarían la opción de Díaz. Un fuente de la colectividad, en efecto, dijo que si bien había posturas disidentes, la tienda se ordenaría en torno a la figura del ex intendente.
“Es una persona con experiencia, con un comprobado trabajo de equipo y que conoce la realidad de la Región, por los diferentes cargos en los que ha estado”, dijo el presidente regional del PPD, Bernardo Daroch.
En otros partidos como la DC (su ex casa política) y el PS la decisión del apoyar a Díaz no es igual de clara que en el PPD. En la Falange, tienen dos cartas y ambas esperan que se realicen primarias con la totalidad de la centro izquierda de la Región.
En el socialismo, en tanto, está la visión de los parlamentarios que buscan apoyar a Díaz (“su posible elección como gobernador regional es un signo de esperanza para que Bío Bío vuelva a ser una región que ejerza su liderazgo en el país”, dijo Jaime Tohá), y está la mirada de algunos dirigentes que recuerdan que el ex DC sólo trabajó con un sector de partido y no olvidan, dijeron fuentes consultadas, sus “coqueteos con la derecha”, en particular con Evópoli.
“Continuamos trabajando por la máxima unidad de la oposición para todo lo que viene y eso incluye la elección de gobernador regional donde el PS al día de hoy tiene un pre-candidato que es Enrique Inostroza”, dijo el presidente regional del PS, Patricio Fierro.