Pese a las dudas iniciales tras su nombramiento, el enfermero de 29 años se fue con el respaldo de funcionarios. Renuncia se habría generado por no contar con las horas clínicas que requiere el cargo.
“Este lunes 26 de noviembre de 2018, el seremi de Salud del Bío Bío, señor Erick Jiménez Garay, presentó su renuncia voluntaria al cargo, tras ocho meses de gestión, para asumir otros desafíos personales”.
Así inicia la Declaración Pública que ayer emanó la seremi de Salud Bío Bío para anunciar el alejamiento de la autoridad, poniendo fin a una serie de trascendidos que ya se comenzaban a repetir en las huestes políticas regionales.
Se trata de un nuevo traspié de la administración regional, que desde que asumió en marzo pasado, no ha podido consolidar un gabinete regional estable. Sin ir más lejos, solo la semana pasada se había anunciado el nombre del nuevo seremi de Energía, Mauricio Henríquez, quien sin embargo, recién asumirá el próximo lunes 3 de diciembre.
“Bueno, estas son las consecuencias del cambio a la legislación que puso ciertos requisitos a algunas seremias. Eso ha dificultado en parta la instalación, pero son ajustes normales”, comentó el presidente regional de la UDI, Jorge Fuentes, quien evidenció que el tema no se trató solo de una decisión personal de Jiménez.
En efecto, el problema principal para el ahora ex seremi de Salud se habría relacionado con las horas clínicas. Erick Jiménez, de acuerdo a una interpretación de la Contraloría, no cumplía con las 200 horas continuas exigidas. Este hecho, habría motivado la salida del seremi de Valparaíso (aunque también habrían pesado las críticas a su gestión por el tema Quinteros).
Según fuentes de RN, el Gobierno no había recibido el dictamen de Contraloría, por lo que Jiménez, prefirió dar un paso al costado, antes de que ello ocurriera. También era secreto a voces entre los cercanos a la autoridad, según consigna Radio Bío Bío, que el enfermero deseaba volver a su natal Chillán.
Otros casos
El Gobierno Regional (Gore) ya tuvo problemas antes de su instalación el pasado 11 de marzo con las designaciones de los seremis de Desarrollo Social, Energía y Hacienda. De hecho, quienes habían sido nombrados en esos cargos, Álvaro Pillado, Walter Rodríguez, Gillians González, respectivamente, nunca asumieron oficialmente.
Cómo se recordará, los tres mencionados no pudieron asumir, pues sus respectivos currículums y/o experiencia laboral eran incompatible con sus cargos. Lo anterior, sin mencionar la polémica por la gobernación de Bío Bío y la “particular” salida del ex seremi de Energía, Rodrigo Torres, quien acusó persecución política, en particular, del extimonel de RN, Claudio Eguiluz.
¿Falta de prolijidad en las designaciones? En opinión del Jorge Fuentes, no: “es que lo del seremi de Salud tiene que ver con una interpretación de la Contraloría”, comentó el presidente de la UDI.
Ayer, luego del gabinete ampliado regional, realizado en la provincia de Arauco, la seremi de Gobierno Francesca Parodi, dijo que la renuncia de Jiménez obedecía a un tema personal, que el Gobierno lo respetaba y que, junto al intendente Jorge Ulloa, pronto se trabajará en la terna que será enviada al ministerio para la designación de la nueva autoridad de salud.
“Está subrogando la directora de finanzas de la seremi. Ella ejercerá en estos días, para continuar con el trabajo que ya se venía desarrollando. ¿Contraloría? Al día hoy no ha llegado ningún dictamen de Contraloría”, comentó Parodi.
Lo técnico primero
En horas de la tarde funcionarios de la salud de las provincias de Arauco, Bío Bío y Concepción, lamentaron la salida de Jiménez, para quien tuvieron palabras de agradecimiento pues desde el punto de vista técnico “permitió el desarrollo de equipos de trabajo”, desde lo político fue “respetuoso de la transversalidad” y permitió el diálogo.
Al mismo tiempo, la misiva que firmaron la Asociación de Funcionarios de la Salud de Concepción; la Asociación Gremial de la Autoridad Sanitaria de Arauco; y Asociación de Funcionarios de la seremi de Salud delegación Bío Bío, llamaron a la autoridad para la que la elección del futuro seremi privilegie condiciones técnicas y humanas, por sobre lo político.