Opinión

Inteligencia artificial: entre el miedo y el futuro

Por: Diario Concepción 06 de Abril 2024
Fotografía: Cedida

Pablo Gaete Villegas
Director de Balmaceda Arte Joven Biobío

Como todo salto tecnológico, esta vez desde la informática y la computación, la Inteligencia Artificial genera diversas reacciones en la sociedad. Desde la desconfianza, el miedo y la incertidumbre hasta el desarrollo de herramientas que puedan facilitar la vida cotidiana de las personas. Pero como uno de sus propósitos es generar máquinas que imiten la inteligencia humana para desarrollar determinadas tareas, la IA abarca una enorme variedad de campos del conocimiento. Y como sintetiza y automatiza tareas que son propias de la actividad intelectual humana mediante el desarrollo de algoritmos, su vínculo con la educación y el desarrollo científico-tecnológico son fundamentales.

Por ello, UNESCO plantea un enfoque de la IA centrado en el ser humano. Cuyo objetivo es incluir el rol de la IA en la solución de las desigualdades actuales en materia de acceso al conocimiento, la investigación y la diversidad de las expresiones culturales, garantizando que ella no amplíe la brecha tecnológica dentro de los países y entre ellos. La promesa de Inteligencia Artificial para todos debe permitir que cada comunidad pueda sacar provecho de la revolución tecnológica en curso y acceder a sus frutos, principalmente en términos de innovaciones y conocimientos.

Si bien en nuestro país, dada la contingencia, los medios han centrado a veces el debate en los aspectos negativos o francamente delictuales por el mal uso de algunas herramientas digitales provenientes de la IA, lo cierto es que desde el Estado existe una institucionalidad y una política pública que se ocupa del tema. Es en el año 2021 que Chile implementa su primera política nacional de IA que incluye la creación del Centro Nacional de Inteligencia Artificial CENIA bajo el alero del Ministerio de Ciencia y el patrocinio de la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo, la focalización de becas de doctorado en AI, la puesta en marcha de redes de 5G y el proyecto Algoritmos Éticos entre otras iniciativas. Lo que ha posicionado al país en los primeros lugares del índice latinoamericano de IA, destacando las áreas de infraestructura para datos, capital humano avanzado, investigación y conectividad.

Sin duda los desafíos son enormes. Pero también las expectativas con respecto al futuro de la educación. Más allá de lo asombroso del Chat GPT o las recientes incursiones de las artes visuales, el diseño y la música en el uso de herramientas de Inteligencia Artificial, se trata de identificar el potencial necesario para abordar los desafíos mayores de la educación actual, innovar las prácticas de enseñanza y aprendizaje. Como sabemos, los rápidos desarrollos tecnológicos conllevan inevitablemente múltiples riesgos y desafíos, que hasta ahora han superado los debates políticos y los marcos regulatorios. La UNESCO se ha comprometido a apoyar a los países para que saquen el máximo provecho del potencial de las tecnologías de la Inteligencia Artificial con miras a la consecución la Agenda de Educación 2030, al tiempo que vela por que su aplicación en contextos educativos responda a los principios básicos de inclusión y equidad. El desafío es entonces como estos principios rectores y marcos generales se concretan en políticas y medidas concretas en nuestros propios territorios. Una tarea tan esencial y estratégica para el desarrollo que creemos requiere del concurso desinteresado de toda la institucionalidad pública y privada sin exclusiones.

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