Gracias a los 3.042 docentes de las 295 escuelas rurales de la región que dan lo mejor de sí a diario, un trabajo dirigido a 25.879 estudiantes.
Elizabeth Chávez
Seremi de Educación de la Región del Biobío
El día de la educación rural me toca muy de cerca, puesto que mi padre hizo sus primeros años de estudio en una escuela rural unidocente, debió caminar varios kilómetros cada día, no obstante, allí recibió sus primeros aprendizajes, conoció a sus primeros amigos y comenzó a soñar con la posibilidad contribuir al desarrollo de un país con más justicia social. La escuela era y sigue siendo el centro comunitario, donde las familias comparten sus saberes junto a su querido profesor. Esa escuela todavía existe y cada día llegan estudiantes y sus familias con la esperanza de recibir una educación transformadora.
Los incendios forestales ocurridos durante el mes de febrero nos hicieron presente las condiciones de aislamiento de las escuelas rurales, como asimismo el arraigo de las familias y la comunidad con sus territorios, en un contexto educativo con pertinencia cultural.
Dados los múltiples desafíos que enfrenta la educación en este ámbito, el “Plan Nacional de Fortalecimiento de la Educación rural: Gabriela Mistral”, busca ser el punto de partida para avanzar hacia una Política Nacional de Educación Rural que, considerando la visión de los diferentes actores de las comunidades, defina un propósito, objetivos y estrategias de mejora y fortalecimiento de la educación rural desde una perspectiva de justicia educativa.
Los ejes y acciones de este plan contemplan el trabajo con diversas alianzas interministeriales y con otros actores. Como Mineduc estamos actualizando y entregando Cuadernos de trabajo de Matemática, Lenguaje y Comunicación, como recursos de apoyo para estudiantes, lo que permite gestionar la enseñanza del currículum de manera flexible; también desarrollaremos cursos de perfeccionamiento pedagógico y liderazgo, para docentes rurales multigrado y coordinadores de microcentros.
Sabemos que la tarea no es fácil, no obstante brindaremos oportunidades ciertas a niñas, niños, jóvenes y adultos de las zonas rurales para recibir una educación integral de calidad y con justicia social.
Gracias a los 3.042 docentes de las 295 escuelas rurales de la región que dan lo mejor de sí a diario, un trabajo dirigido a 25.879 estudiantes, quienes reciben un aprendizaje diverso y sueñan con una vida más feliz para el desarrollo de su comunidad.