Opinión

Ovejas negras hasta en las mejores familias

Esta es la historia de un pequeño que fue acogido por una singular familia, pero que resultó no encajar del todo, siendo expulsado hace algunos años. Pero no se angustie, la historia tiene un final feliz.

Por: Diario Concepción 24 de Marzo 2022
Fotografía: Cedida

Dr. Roger Leiton Thompson
Centro para la Instrumentación Astronómica (CePIA) de la Universidad de Concepción
y Fundación Chilena de Astronomía (FUCHAS).

Claramente uno no elige a la familia. A algunos les tocan familias grandes, a otros tías metiches, primos buena onda, hijos desheredados o abuelos mañosos. A veces uno mismo no encaja en la propia. Esta es la historia de un pequeño que fue acogido por una singular familia, pero que resultó no encajar del todo, siendo expulsado hace algunos años. Pero no se angustie, la historia tiene un final feliz.

A principios de siglo XX, el millonario estadounidense Percival Lowell construyó su propio observatorio para estudiar el Sistema Solar. Creyó ver canales en Marte y dedujo erróneamente que serían de civilizaciones más avanzadas. También propuso la existencia del Planeta X, supuestamente más allá de la órbita de Neptuno. Lowell pensaba que pequeñas desviaciones en las orbitas de Neptuno y Urano eran causadas por este planeta aún por encontrar. A pesar de que las predicciones de Lowell eran incorrectas, Vesto Slipher, sucesor de Lowell en el observatorio, continuó con la búsqueda. Para ello contrató a un joven aficionado a la astronomía proveniente del interior campestre de EE.UU. Clyde Tombaugh tenía 22 años cuando llegó al Observatorio Lowell y su misión consistía en tomar una serie de fotografías de porciones del cielo en diferentes épocas del año. Al comparar fotos tomadas en dos fechas separadas, las estrellas aparecen en las mismas posiciones porque están muy lejos y no notamos su movimiento aparente, pero un objeto en el Sistema Solar mostraría un cambio rápido de posición entre una fecha y otra, haciéndose notar. Fue así como un año después de empezar su proyecto, Clyde encontró ese objeto en fuga. Junto a Slipher lo siguieron fotografiando por algunas semanas hasta confirmar el hallazgo.

Desde el descubrimiento de Neptuno en 1846 sólo se conocían 8 planetas. El 18 de febrero de 1930 Plutón pasó a ser el noveno miembro de la familia.

Los planetas tienen órbitas casi circulares alrededor del Sol girando en un mismo plano, como en un sombrero de huaso con el Sol al centro y los planetas moviéndose por la visera. En cambio Plutón, tiene una órbita inclinada y algo caótica, a veces se aleja hasta ser el planeta más lejano pero otras le deja ese puesto a Neptuno. Al contrario de los grandes y gaseosos planetas exteriores del Sistema Solar, Pluto es chico y denso, una mezcla compacta de rocas con agua y nitrógeno congelados, más pequeño incluso que nuestra Luna y que otras lunas del Sistema Solar. Era un planeta extraño, la oveja negra que no encajaba con las expectativas de ser un planeta.
A partir de 2004 otras ovejas negras similares fueron descubiertas más allá de la órbita de Neptuno: Haumea, Eris, Makemake. Hay otros diez que podrían sumarse a esta lista. En vista de esta explosión demográfica de “planetas” chicos, en 2006 la Unión Astronómica Internacional creó una nueva clasificación familiar llamada Planetas Enanos. Esta nueva familia acogió a Plutón, así como a Ceres, un objeto antes clasificado como asteroide. Actualmente, Plutón vive una existencia feliz en su propio núcleo familiar junto a su compañero Caronte y sus otras pequeñas lunas Nix, Hidra, Cerbero y Estigia.

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