Opinión

Conmemoración de la declaración de Derechos y Solidaridad

Por: Diario Concepción 15 de Diciembre 2020
Fotografía: Cedida

La modernidad ha cambiado profundamente la relación del individuo con la sociedad. La explosión de Internet, las redes sociales y la omnipresencia de los medios en el entorno de cada individuo, hace que hoy el concepto de universalidad sea abrumador y el impacto de la acción crece enormemente ante la concepción de nosotros mismos.

¿Pero, era esto diferente hace 20, 40, 60 años? ¿No era aún peor cuando estábamos aislados de todo, los unos de los otros? ¿Era más bien quizás este constructo de humanidad abstracto y romántico algo más fácil de tratar que la realidad tangible de hoy en día?

El movimiento internacional de los Derechos Humanos se fortaleció con la aprobación de la Declaración Universal de Derechos Humanos por parte de la Asamblea General de las Naciones Unidas el 10 de diciembre de 1948. Redactada como “un ideal común por el que todos los pueblos y naciones deben esforzarse”. En la Declaración, por primera vez en la historia de la humanidad, se establecen claramente los derechos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales básicos de los que todos los seres humanos deben gozar.

Es interesante observar las patologías actuales, porque revelan algo de las aflicciones de nuestra época asociados a las libertades desde el consumo y desde el desarrollo libre del ser humano. Esto a los distintos gobiernos del mundo los han puesto en el tapete, ante la pandemia que azota nuestros tiempos, ya que para definir qué política pública prima sobre la otra debe haber un posicionamiento claro respecto a la vida y el cuidado de esta.

Sin embargo, esto también tiene cierto sentido en el nivel colectivo, cuando las necesidades del grupo o las del planeta deben reemplazar a las del individuo. Lacan escribió, “no se rindan ante su deseo” y “sean capaces de hacer que sus valores vivan en el mundo, es decir, que existan plena y libremente”.

Este 10 de diciembre se abre una oportunidad para reafirmar la importancia de los derechos humanos para construir de nuevo el mundo que queremos; la necesidad de solidaridad mundial, la interconexión y humanidad que compartimos como seres humanos.

Paulo San Martín Cuevas
Arquitecto.

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