Revise empresas de cualquier rubro y se dará cuenta que hoy funcionan con mucho menos trabajadores que hace 20 o 30 años.
José Andrés Valenzuela Farías
Abogado Universidad de Concepción
Socio Estudio Latsague y Cia. Abogados
Inteligencia artificial. Lo que a muchos suena a ciencia ficción ya está aquí y está ocupando el lugar de los humanos en el trabajo. Basta con mirar antiguas fábricas de automóviles y compararlas con lo que son hoy, todo manejado por robots. Sin ir más lejos, la utilización de algoritmos para tomar decisiones es pan de cada día.
Ross, un abogado virtual, que revisa de manera más rápida y eficiente que los abogados humanos contratos complejos y con un margen de error bastante menor; diagnósticos por algoritmos sin necesidad de un médico; operaciones complejas hechas por robots. No es ciencia ficción, es el presente.
El reemplazo del trabajador humano por las máquinas es una cuestión inevitable que, por lo demás, avanza a pasos agigantados. Haga la prueba: puede ir a un supermercado de la intercomuna, comprar sus cosas, pesarlas en una pesa computarizada apretando un botón y pagar en máquinas registradoras autónomas, sin que intervenga ningún trabajador humano. Entonces, usted fue a un supermercado y no interactuó con ningún trabajador, ninguno. Lo mismo puede hacer si pone bencina a su auto. Esto sólo es un ejemplo cotidiano de lo que puede suceder en múltiples actividades.
Las máquinas no se enferman, no reclaman por condiciones de trabajo, no se cansan, no tienen hambre ni tampoco tienen problemas de convivencia en el trabajo. Son, para algunos, los trabajadores perfectos. Usted piensa que es ciencia ficción. Está equivocado.
El asunto es que el desempleo será (es) un problema cada vez mayor, hoy si bien tenemos cifras históricas producto de la pandemia, las empresas se están dando cuenta que pueden funcionar cada vez con menos personas, porque han debido adelantar el uso de tecnología para poder funcionar y… ¡funciona! Esto, sin embargo, perjudicará la empleabilidad y los trabajos van a empezar a escasear, sobre todo los de menor complejidad.
¿Usted cree que exagero? Revise empresas de cualquier rubro y se dará cuenta que hoy funcionan con mucho menos trabajadores que hace 20 o 30 años y esa es una tendencia en cualquier parte del mundo. Es por eso que en países más desarrollados -y algunos en Chile han levantado el tema- se habla de una renta básica universal, una especie de “sueldo” por ser ciudadano o la idea que los robots “coticen” a la seguridad social para paliar su déficit.
El asunto del desempleo futuro es una cuestión que hay que plantearse hoy, pues es inevitable. Como dice Yuval Noah Harari cuando analiza el futuro de la sociedad del trabajo, hay algo peor para los trabajadores que ser explotados: volverse irrelevantes.