Jorge Condeza
Ingeniero Comercial
No importa cuando se escriba esta columna, el tema del presupuesto regional volverá a ser tema y como todos los años jugarán con esto de pedir unas cifras altas como para justificar que se está haciendo la pega. Este año han decidido pedir a la capital cerca de $120 mil millones, muy similar a los $122 mil millones solicitados el año pasado.
Finalmente, todos saben que podrían pedir $300 mil o $50 mil millones y nada distinto ocurrirá, ya que el presupuesto regional de inversiones, cuyo gasto decide el Consejo Regional, es un presupuesto asignado por el poder central y por leyes que todos conocen, y por muchos proyectos que se presenten o por muchas visitas que se hagan a la capital, el tema no cambiará.
“Hay que ver el vaso medio lleno” dicen al volver de Santiago, sabiendo que nunca hubo ninguna posibilidad de ser escuchados, porque el presupuesto se compone de varios fondos que son asignados en un monto global que se reparte entre las regiones en base a una formulita que nunca han pensado en cambiar.
Para nuestra Región, la principal asignación es el Fndr que el año 2020 llegó a la suma de $43 mil 500 millones. Luego está el FAR, que son los fondos espejo del Transantiago, que alcanzó la suma $28 mil 790 millones. El resto son fondos menores como Convergencia, Fondos Regionales y el dinero que entregan los casinos, las patentes mineras, de agua o de acuicultura, totalizando el año 2020 cerca de $80 mil 700 millones. Casi el 95% del presupuesto está fijo antes de partir.
En consideración a la pandemia y a los gastos que implicará el tratar de levantar la economía, uno debería esperar que se entreguen más recursos a las regiones el año 2021, con el fin de focalizar en aquellos proyectos de mayor impacto. Pero tengo serias dudas que eso ocurra. El Fndr crecerá menos que el IPC, tal como ha sido la tónica del Gobierno del Presidente Piñera. Y el FAR depende de cuanto sea el subsidio al Transantiago lo que no ha tenido grandes variaciones en los últimos años, y si llegaran a existir, el ministerio de Hacienda se encargará de cortar la cola tal como ocurre desde su creación. Los demás fondos quizás algo mejoren.
Objetivamente, no debería nadie desgastarse en este presupuesto, sino que concentrar todos los esfuerzos en los presupuestos sectoriales. Lo que hará el MOP, el ministerio de Vivienda o Salud en nuestra región, es lejos mucho más importante que el presupuesto que administra (no sé si esa podría ser la palabra correcta) el Consejo Regional.
Los montos son muchísimo más importantes y deberían complementarse con aquellos que llegan vía Fndr o FAR para embarcarnos en los temas que realmente generen impacto y desarrollo, teniendo como objetivo pasar de múltiples gastos intrascendentes a reales inversiones con visión de futuro.