Opinión

La vuelta a lo local: Ciudades accesibles, derechos efectivos

Es bueno recordar acá que Chile se ha comprometido con la nueva agenda urbana y con los objetivos de desarrollo sostenible en el Foro Hábitat III, lo que implica que ha asumido la tarea de crear ciudades que sean más inclusivas, seguras, resilientes y sustentables.

Por: Diario Concepción 26 de Julio 2020
Fotografía: Cedida

Pablo Marinao
Director Ciudad y Vivienda Identitaria de la Fundación ProCultura

Si hablamos de ciudad, estamos hablando del espacio físico donde hoy reside el 55,4% de la población mundial, algo así como 2,25 billones de personas que necesitan agua, comida, vestimenta, medicamentos, vivienda, salud, trabajo, entre una serie de bienes y servicios que aseguren su existencia y bienestar. En ese sentido, lo que en Chile parece ser un modelo de intercambio basado en la prestación de estos bienes, envuelve un aspecto de fondo sustancial para nuestra sociedad, esto es, el acceso a determinados derechos fundamentales para la vida y dignidad de las personas, sin los cuales su integridad y futuro se ve en riesgo. Las ciudades en este sentido pasan a ser un soporte de acceso, el más concentrado y masivo, donde debemos encontrar el resguardo necesario para nuestro desarrollo.

El problema surge cuando ciertos sectores de la población no pueden acceder a estos derechos por razones ajenas a su voluntad y en consecuencia ven alteradas sus opciones y calidad de vida. En este mismo orden de ideas, si consideramos que la brecha social en Chile ya era evidente antes de la pandemia, hoy estamos en una situación grave.

Frente a esto, debemos reconocer que gran parte de los chilenos vive en comunas y ciudades con altos índices de vulnerabilidad social. Sufren cotidianamente la falta de áreas verdes y un transporte seguro, y donde lisa y llanamente la batalla contra la Covid-19 es por lo mucho desigual. Ni hablar en este punto de ocio y salud mental. Si la preocupación es hacer la fila para cobrar el seguro de cesantía y poder comer, en cuyo caso la cuarentena se vuelve impracticable, parece claro que nuestra primera afección será psicológica, incluso, antes del contagio efectivo.

¿Qué hacemos frente a esto? Es bueno recordar acá que Chile se ha comprometido con la nueva agenda urbana y con los objetivos de desarrollo sostenible en el Foro Hábitat III, lo que implica que ha asumido la tarea de crear ciudades que sean más inclusivas, seguras, resilientes y sustentables. De esta forma, la construcción de una ciudad que cumpla con estas características, pasa por asegurar estándares de equidad en el acceso a determinados derechos -no bienes ni prestaciones- que son esenciales para la dignidad de las personas. Así, la respuesta de nuestras urbes y su adecuada gestión es clave para soportar los embates de esta y futuras emergencias, transformándose, entonces, en plataformas que aseguren el acceso efectivo a derechos.

Particularmente en el contexto actual, donde moverse implica un riesgo en sí mismo y donde gran parte de la población debe desplazarse para trabajar y acceder a comida, medicina, entre otros, resuena la idea de ciudades saludables, donde la provisión de derechos se realice desde el barrio y así, idealmente, limitemos el desplazamiento y, por consecuente, el riesgo de contagios. De esta forma, el acceso a derechos a escala local puede ser una respuesta desde nuestras ciudades, pensada especialmente para generar equidad y resguardo a la población, posibilitando que sectores vulnerables cuenten con las herramientas para enfrentar la pandemia. La vuelta a lo local parecer ser una estrategia para la construcción de esta ciudad, la que debe ser accesible para todos y todas.

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