Opinión

Las regiones y sus desafíos

Se hace necesario avizorar liderazgos articuladores que sean capaces de estimular la colaboración.

Por: Diario Concepción 22 de Mayo 2020
Fotografía: Diario Concepción

Augusto Parra
Presidente Fundación República en Marcha

El gobierno frente al combate a la pandemia que nos aqueja ha optado por estatizar y centralizar la asignación de los recursos sanitarios para asegurar una provisión equitativa, justa. Que evite todo tipo de privilegio y pueda ser distribuida intentando optimizar su cobertura y alcance en el territorio, propendiendo a qué a ningún enfermo que requiera un ventilador, una cama UTI u otros insumos pueda contar con ellos.

Las decisiones relativas a la aplicación de medidas preventivas, tendientes a aplanar la curva de contagios para evitar el colapso del sistema, ha quedado en un marco de definición también centralizado y recae en la autoridad sanitaria.

Sin embargo, constituiría un error pensar que el papel de las regiones está relegado a un segundo plano. Ello porque no sólo se trata de los 7 mil 500 millones que asignará el Gobierno Regional en los 4 ejes asociados a medidas sanitarias preventivas, infraestructura y equipamiento sanitario, apoyo a los emprendedores y ayuda social que representan el 10 % del presupuesto, sino del rol político, articulador y de liderazgo que deben jugar una coyuntura marcada por una gran incertidumbre, cambios disruptivos y la aceleración de procesos asociados a la cuarta revolución industrial que vienen a imprimir nuevos paradigmas y desafíos a la hoja de ruta.

Es en esa perspectiva que se hace preciso, a vía de consideración que estamos ad portas de la primera elección de gobernadores regionales y en medio de un proceso descentralizador que ha ido quedando postergado, que se hace necesario avizorar liderazgos articuladores que sean capaces de estimular la colaboración, una mayor cohesión. Ello, para avanzar en inclusividad y sostenibilidad del desarrollo regional, para generar ecosistemas aptos para abordar los desafíos y paradigmas de la aceleración digital, de la transformación y creciente remplazo de la mano de obra tradicional que se ve también acelerada. Requiere del desarrollo y reconversión hacia nuevas destrezas de nuestra fuerza laboral, abordar la emergencia climática, superar lasdesconfianzas y lograr una debida internacionalización colaborativa de la Región, abordar las crecientes urgencias sociales con sentido de justicia en la distribución y asignación de bienes públicos que propendan a la equivalencia, etc…

En fin, hoy las regiones deben liderar una verdadera reingeniería que requiere liderazgos para abordar un contrato social que dé cabida a los desafíos que imprimen los nuevos paradigmas, para lograr un futuro cohesivo, coherente y sostenible.

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