Dr. Ricardo Barra Ríos
Director del Centro Eula
Académico Fac. de Cs. Ambientales
Universidad de Concepción
El Centro Eula, primer núcleo interdisciplinario de investigación ambiental instalado en una universidad chilena, cumple 30 años en marzo próximo.
Una fecha que invita a reflexionar sobre la historia y el futuro, de un centro que se construyó gracias a la visión y compromiso del gobierno italiano, concretado a través del ecólogo marino de la Universidad de Génova, Francesco Faranda, quien inspiró el desarrollo de un proyecto de investigación de la cuenca del Río Bío Bío y su zona costera. Asimismo, jugó un rol fundamental el profesor emérito, Óscar Parra, cuyo aporte fue clave para la cristalización de este centro.
El Centro Eula ha sido y seguirá contribuyendo al desarrollo sustentable de la Región, el país y el planeta. A la vez, también, ha sido testigo y actor privilegiado de la instalación de la institucionalidad ambiental en nuestro país desde 1994, junto a la implementación en nuestra región del Plan de Recuperación Ambiental de Talcahuano (Prat).
También ha formado parte de la evaluación ambiental de proyectos de desarrollo, del aún vigente Programa de Monitoreo de la Calidad del Agua del Río Bío Bío, y más recientemente del Programa de Recuperación de los Servicios Ambientales de la Provincia de Arauco (Prela) y del diagnóstico ambiental energético de nuestra región.
Sin la formación de profesionales dedicados a las ciencias ambientales, esto no hubiese sido posible. Ese fue quizá el rasgo distintivo de la creación del Proyecto Eula, que al finalizar entregó una serie de propuestas para el desarrollo de la Región que aún siguen vigentes.
Sin duda, el desarrollo científico también ha acompañado este crecimiento, siendo la Universidad de Concepción líder en ciencias ambientales a nivel país.
Se trata de un trabajo que permitió advertir que la contaminación atmosférica no sólo era un problema de la Región Metropolitana; que ayudó a comprender los patrones de cambio de uso del suelo y urbanización; que realizó los primeros estudios de profundidad de los ecosistemas acuáticos de nuestra región y su interesante biodiversidad; que ha desarrollado alternativas amigables con el medio ambiente para el tratamiento de aguas servidas urbanas y rurales; que se ha preocupado de la conservación del patrimonio natural de la Región; y que ha evidenciado el impacto de la actividad industrial y urbana sobre nuestros ríos, lagos y zonas costeras. Todo ello en un marco de independencia, autonomía y respeto de los actores sociales públicos y privados.