Opinión

Cambios también en el sector forestal

Aquí se cumple perfectamente aquella antigua frase que dice: que no hay mal que dure cien años, ni pueblo que lo resista.

Por: Diario Concepción 21 de Enero 2020
Fotografía: René Muñoz Klock

René Muñoz Klock
Gerente de la Asociación de Contratistas Forestales

Los hechos ocurridos en los últimos meses nos han hecho aterrizar muy abruptamente y de narices en el país real que permaneció por mucho tiempo oculto. El aterrizaje forzoso hizo surgir un país donde la inequidad, la desigualdad, la arbitrariedad y la falta de empatía era lo que campeaba a todo su largo y ancho.

El país en que se aceptaba que hubiese rentabilidad y abuso a toda costa, el del crecimiento permanente y constante y de un per cápita de US$ 25.000 por persona, en el que las instituciones funcionaban y en el que todas sus autoridades se sentían casi alcanzando el tan anhelado desarrollo.

Los contratistas forestales en estos últimos 6 años, hemos sido víctimas de esta supuesta normalidad. Absoluto abandono del Estado/Gobierno para la prevención y control de los atentados en zonas rurales y bosques de las regiones del sur del país, que afectan a nuestros trabajadores y pequeños y medianos empresarios.

En el resto del país, las anormalidades se han manifestado a través del financiamiento ilegal de la política, la colusión de las farmacias y en el valor del papel higiénico, en el valor de medicamentos, precio de los pollos, las alta rentabilidad de las Isapres, lo prometido por el sistema de AFP, el CAE , el “pacogate”, los viajes de los militares y un sinnúmero de hechos donde los acuerdos y avenimientos de fiscales igualmente ineptos e ineficientes, como en el caso de los contratistas, han derivado en condenar a los culpables con clases de ética.

Ante estos hechos tan evidentes, sin duda que la desesperanza se apodera de todos aquellos que se sienten pasados a llevar, golpeados, burlados y manoseados con un Estado débil para aplicar justicia. Aquí se cumple perfectamente aquella antigua frase que dice: que no hay mal que dure cien años, ni pueblo que lo resista.

Los contratistas forestales también tenemos una historia que contar, tras 40 años de participar de un sector altamente concentrado y un mercado monopsónico muy desarrollado. No estamos ajenos a los abusos de poder, a los abusos de posición dominante, del temor de nuestros trabajadores, de los contratos por adhesión que se terminan con un día de aviso previo, del temor a perder nuestra licitación, de las rebajas unilaterales en las tarifas, de los descuentos unilaterales de producción, de las multas por no producir, de la falta de espacios para una justa apelación y defensa y del término de un contrato por un accidente laboral.

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