Opinión

Ayn Rand

Su filosofía se fundó en la pretendida naturaleza racional del ser humano, sosteniendo que el egoísmo es un derecho.

Por: Diario Concepción 16 de Octubre 2019
Fotografía: Carolina Echagüe M.

Andrés Cruz Carrasco
Abogado
Doctor en Derecho

El objetivismo de Ayn Rand promueve la superación de la moral impuesta que se basa en principios falsos que han transformado los vicios en virtudes, negando la lógica de los hechos, permitiendo que el sistema aplaste al individuo para que se sacrifique por los otros, maquillando dicha autodestrucción con conceptos grandilocuentes como heroísmo, consecuencia y compromiso, cuando detrás no existe más que fanatismo, ignorancia y el aprovechamiento de acotados círculos de poder que se muestran como la única salida a la desesperanza, no siendo más que carroñeros actuando a la espera de cosechar lo que ha sido sembrado con segregación y exclusión.

Alisa Zinovieva Rosenbaum, quien luego tomaría el nombre de Ayn Rand, nació en San Petersburgo en 1905 y murió en Nueva York en 1982. Esta mujer construyó lo que denominó “el egoísmo racional”.

Su filosofía se fundó en la pretendida naturaleza racional del ser humano, sosteniendo que el egoísmo es un derecho, por cuanto cada uno puede vivir para sí mismo sin tener que inmolarse por otros, rechazando toda manifestación de misticismo religioso, atacando toda idea colectivista, pero también todas aquellas reaccionarias y conservadores, generando antipatías en todos los sectores. Se opuso a los Estados de bienestar, al intervencionismo estatal y a todo órgano de regulación, incluyendo todo modelo que igualara la condición entre los malos y los buenos estudiantes, además de un sistema penal que facilitara a los condenados la obtención de beneficios y su libertad antes del cumplimiento de su condena, en desmedro o sin tomar en consideración a las víctimas.

Defendió el ateísmo, la homosexualidad, el uso de las drogas y la absoluta libertad de expresión, así como se manifestó contraria al uso de la fuerza, salvo la legítima defensa. Podemos estar en desacuerdo con sus planteamientos, pero su perspectiva no ha sido lo suficientemente considerada en los libros de historia de la filosofía, seguramente por su liberalismo ortodoxo y por ser mujer.

Sostenía: “No soy primariamente una defensora del capitalismo, sino del egoísmo; y no soy primariamente una defensora del egoísmo, sino de la razón. Si uno reconoce la primacía de la razón y la aplica consistentemente, todo lo demás viene por descontado. Esto, la supremacía de la razón, era, es y será el principal interés de mi trabajo y la esencia del Objetivismo”.

Los derechos fundamentales se basan en la vida del ser humano. Si bien es cierto éste se desenvuelve en sociedad, no hace del individuo un esclavo de la masa, cada uno debe ser diferenciado por su honradez, capacidad, esfuerzo e inteligencia.

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