Opinión

El olvidado inventor del fútbol

Por: Procopio 21 de Agosto 2018

Resulta difícil de imaginar, al mirar la aceitada y remunerativa maquinaria del fútbol actual, que ese deporte antes parecía una guerra, o pelotera, entre dos patotas de muy superficial civilización, donde todo estaba permitido, salvo deliberado asesinato de los contendores en la cancha, que para esos entonces no tenía límites precisos, entre otras infinitas imprecisiones.

El cambio se inicia con Ebenezer Cobb Morley, un abogado con indestructible vocación deportiva que sufrió las consecuencias de un partido sin reglas en 1863, un partido que terminó con el resultado de empate sin goles y en el que le dieron como bombo en fiesta, con el juego violento que se practicaba y en el que casi todo valía.

Propuso a varios equipos de la zona redactar las leyes del deporte del balompié, que dio lugar a la fundación de la Football Association, que es la actual Federación Inglesa de fútbol. El reglamento elaborado tuvo rápida y calurosa aceptación, ya que reducía la violencia y se daba normas básicas, como las medidas del terreno de juego, las indumentarias de los equipos, todo tipo de lanzamientos, la duración del partido, las características de la pelota y la eliminación de los laucheros, es decir, crear el concepto de fuera de juego.

Nunca pensó Mr. Morley que el fútbol llegaría a ser el deporte rey y la pasión de multitudes, además de una autorrenovable mina de oro y que sería necesario elaborar otros reglamentos para evitar que, usando los resquicios, se infiltraran bandas internacionales de pillines con malas prácticas de diversa naturaleza, o para controlar a hinchas salidos de madre.

No hay para qué preocuparse demasiado, la fuerza de este deporte es de la suficiente magnitud como para seguir rayando la cancha en lo que haga falta.

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