Alejandro Mihovilovich Gratz
Investigador Histórico
Fue un educador y líder destacado en la historia de Concepción, cuya influencia trascendió más allá de las aulas para dejar una huella imborrable en la educación secundaria de Chile. Su vida estuvo marcada por un profundo compromiso con la formación académica, el desarrollo cultural y el bienestar de sus estudiantes. Desde sus inicios en Talca hasta su paso por el Liceo de Concepción, su legado sigue siendo reconocido en la región y el país.
Nacido en 1865 en Talca, Pedro Nolasco Cruz Silva inició su camino educativo en su ciudad natal, donde completó sus estudios primarios y secundarios. Pronto, demostró una inclinación natural hacia el mundo del conocimiento y la enseñanza, lo que lo llevó a ingresar al Instituto Pedagógico en Santiago, donde se formó como profesor de Historia y Geografía.
La formación académica de Cruz Silva no se limitó a la docencia. A lo largo de su vida, cultivó una profunda curiosidad intelectual que lo llevó también a estudiar Derecho, lo que ampliaría sus horizontes y le permitiría asumir roles no solo educativos, sino también cívicos y administrativos. Esta formación integral fue un pilar fundamental de su enfoque pedagógico, pues entendía que la educación debía ser vista como un proceso completo, que abarcaba tanto lo intelectual como lo moral y lo ciudadano.
La figura de Cruz Silva alcanza su mayor relevancia cuando es nombrado rector del Liceo de Concepción en 1909, un cargo que desempeñaría hasta 1915. Bajo su liderazgo, el liceo experimentó una etapa de consolidación y expansión. Uno de los logros más notables de su rectorado fue la construcción del nuevo edificio del liceo, un símbolo físico del crecimiento y la modernización de la educación secundaria en la región. Ubicado frente al cerro Caracol, en una de las zonas más emblemáticas de la ciudad, el nuevo edificio se convirtió en un centro educativo de referencia.
La obra arquitectónica no fue el único cambio significativo que Cruz Silva impulsó en el liceo. Su gestión también se distinguió por un fuerte enfoque en el desarrollo cultural y deportivo de los estudiantes.
A lo largo de su carrera, fue considerado un educador progresista, que entendía la educación como una herramienta poderosa para la transformación social. Su enfoque innovador le permitió transformar al Liceo de Concepción en un referente de la educación secundaria en el sur de Chile. No solo se dedicó a la enseñanza de contenidos académicos, sino que también fomentó valores como la solidaridad, la disciplina y el respeto mutuo entre los estudiantes. Estos principios eran esenciales para la construcción de una sociedad más justa y equitativa.
A pesar de su éxito y reconocimiento, la vida de Pedro Nolasco Cruz Silva fue truncada en 1915, cuando, en medio de un viaje con jóvenes del movimiento scout, sufrió una repentina enfermedad que le arrebató la vida. Su fallecimiento, en la estación de Rancagua, fue una pérdida para la educación chilena, ya que dejó un vacío en el ámbito educativo que aún hoy es difícil de llenar.
Hoy, más de un siglo después de su fallecimiento, su legado sigue siendo relevante. En un mundo donde las demandas educativas continúan evolucionando, las ideas de Cruz Silva sobre la formación integral, la participación cívica y la educación como motor de cambio social siguen siendo una fuente de inspiración para educadores y estudiantes por igual.