Adela Cortina es Catedrática de Ética y Filosofía Política en la Universitat de València, miembro de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas, la primera la primera mujer que ha ingresado en esa Academia desde su fundación en 1857. Su terreno es la ética, pero lo relevante es su esfuerzo por aplicarla en distintos ámbitos de la vida social, como es el caso de la política, la democracia, la justicia global, el desarrollo humano, la economía y la empresa, la bioética, los m edios de comunicación o la educación.
La palabra elegida por la Real Academia Española como la más representativa del año recién pasado es “aporofobia”, un término acuñado por esta filósofa a partir de los términos griegos áporos (sin recursos) y fobos (temor, pánico) y utilizado por ella en numerosas publicaciones y como título de su último libro: Aporofobia, el rechazo al pobre, por la editorial Paidós, 2017.
Según la autora, el término describe una realidad que está ahora con nosotros, pero que preferimos ignorar: el miedo, la aversión y el rechazo a los pobres, un fenómeno actuante en el origen de las corrientes de xenofobia y racismo que se extienden por el acomodado mundo occidental.
Como ella señala, para que el miedo se convierta en rechazo es preciso un proceso mental que anule la compasión, se activa cuando señala a los pobres como culpables de su pobreza, el resultado de una indolencia, un error individual o una culpa personal. En esa ideología, los pobres son percibidos como una amenaza. Culpabilizarlos anula la empatía y permite que se le ignore y hasta se les persiga.
El término, usando idénticas raíces, también podría significar el temor a empobrecerse, una mención útil a la hora de luchar por la superación de la pobreza.
PROCOPIO