Renato Segura
Director Regional de ProChile
Las regiones en Chile que presentan una mayor orientación a la actividad exportadora convergen a mayores niveles de PIB per cápita que el resto de las regiones (Meller Y Pardo, 2002). Existe una amplia evidencia en la literatura, respecto del favorable efecto en los sistemas económicos que basan su crecimiento en las exportaciones. La teoría justifica dicho fenómeno, a partir de los efectos positivos en la productividad total de los factores; los beneficios de introducir nuevas tecnologías y las mejores prácticas empresariales de las empresas exportadoras.
Chile desde hace varios años ha optado por dicho mecanismo de desarrollo. Se han suscrito una serie de tratados de libre comercio con las principales economías del mundo. A la luz de la evidencia disponible, ¿cuáles han sido los resultados?
Para responder la pregunta, se usarán datos de variación de las exportaciones anuales y crecimiento económico, durante el período 2003 – 2016 (Banco Central de Chile). Utilizando el coeficiente de correlación, se obtienen los siguientes resultados.
Existe una baja correlación entre la evolución de la actividad económica mundial y la dinámica de evolución de las exportaciones chilenas, lo que es señal de una adecuada diversificación de la canasta de exportadora frente a los shocks de la economía mundial.
Existe una correlación positiva y significativa entre el crecimiento económico y la variación anual de las exportaciones chilenas, es decir, el aumento de las exportaciones genera un impacto favorable en el crecimiento económico.
La evolución de las exportaciones industriales son las que presentan la mayor incidencia en el crecimiento económico del país. En este grupo se encuentran las industrias de la madera, productos químicos, metálica básica, productos metálicos, maquinarias, equipos y otro tipo de industria (como la creativa).
La dinámica de exportaciones de la industria de la madera y productos relacionados con la siderurgia, que están en el ADN de la matriz productiva local, presentan una alta correlación con el crecimiento económico del país y de la Región del Bío Bío.
Del mismo modo, con un coeficiente de correlación cercano a 0,7 la industria de los alimentos también se avizora como un sector exportador cuya dinámica puede contribuir con mejores niveles de crecimiento.
En resumen, dinamizar la actividad exportadora de sectores claves de la región, es una tarea que convoca a todos quienes buscan el crecimiento y la prosperidad para el territorio y su gente.