Es el momento de plantear los nuevos rumbos desde la evidencia de un escenario que poco a poco se aleja de la inestabilidad.
Como ya se ha consignado en el último tiempo, y en contra de lo que muchas veces prima en las percepciones y climas de opinión, son va rios los hechos que consolidan la idea de que en materia económica hay muchas aristas que van hacia la moderación e incluso al alza.
Tras años problemáticos producto de la pandemia y la actual inflación es que la economía quedó evidentemente dañada, pero ahora, en un contexto donde los espacios y la fuerza laboral están ejecutándose, junto a las oportunidades de inversión, ahora el Biobío anota otro logro más: En lo que va del año la Región ha aportado el 13% de la comercialización del país con el exterior. Ya sea importación o exportación.
A eso se suma otro punto para destacar: este 13% ya supera lo registrado en 2021 donde el porcentaje fue de un 11%.
“En lo que llevamos del 2022 el comercio exterior de Biobío supera los US$18 mil millones lo que representa el 13% de todo lo comercializado con el exterior en el ámbito país. En el año 2021 la participación de la Región llegó al 11%, por lo tanto, es una cifra significativa que nos posiciona como una zona portuaria por excelencia”, dijo el seremi de Economía del Biobío, Javier Sepúlveda.
“Solo en el área del transporte y almacenamiento en la Región se generan hoy poco más de 38 mil empleos lo que equivale al 6% del empleo regional que genera de manera directa el sector de la logística y el comercio exterior, pero no es el único, porque existen puestos indirectos que se encadenan con otras actividades como el suministro del consumo de energía, de agua, servicios de alojamiento y de comunicaciones entre otras áreas especializadas junto con el comercio local”, destacó el seremi.
Desafíos y cosas por resolver, sin embargo, todavía quedan en la lista de pendientes. No solo en comercio exterior, que es fundamental en una zona que se basa en el negocio de la industria forestal, por ejemplo, sino que en otros sectores como el turismo regional, que como ha sido publicado en estas páginas, recién pasa por un momento de repunte al haber estado, naturalmente, con números en cero durante la crisis sanitaria del Covid-19.
Es el momento de los nuevos aires e innovaciones en materia económica para el Biobío. Es el momento de plantear los nuevos rumbos desde la evidencia de un escenario que poco a poco se aleja de la inestabilidad.