Nadie quiere asistir en Chile a un regreso a los peores días de la pandemia, con masivos contagios y bajas de personal de salud y saturación de la infraestructura para atención a enfermos de Covid-19.
El coronavirus sigue avanzando en el mundo y en Chile la situación es bastante similar a los demás países. Chile ha tenido un gran éxito en las campañas de vacunación, pero la inmunización no evita los contagios. Una persona vacunada está protegida contra los efectos severos de la Covid-19, e incluso puede no presentar síntomas, pero ello no impide que transmita el coronavirus a los demás.
El panorama se complica con las nuevas variantes. El virus muta, evoluciona, desarrolla mecanismos para reproducirse y no desaparecer. Y en esa realidad se hacen distintos llamados a no bajar la guardia y relajarse con las medidas de protección.
Ante un escenario cada vez más preocupante debido a la expansión de la variante ómicrom, el Ministerio de Salud lanzó una alerta: “Proyectamos que en las próximas semanas los nuevos casos aumentarán aún más”. La subsecretaria de Salud Pública, María Teresa Valenzuela, fue aún más dura en sus declaraciones: “Tenemos que prepararnos para las próximas semanas que pueden ser muy duras”.
Nadie quiere asistir en Chile a un regreso a los peores días de la pandemia, con masivos contagios y bajas de personal de salud y saturación de la infraestructura para atención a enfermos de Covid-19. Por desgracia, ese es el escenario de países del hemisferio norte.
La gran preocupación se debe precisamente a la variante ómicron. Es considerada como una de las más transmisibles hasta ahora, expandiéndose y aumentando los contagios en el mundo, además de poseer una gran cantidad de mutaciones. Se sabe que esa variante altera el período de incubación hasta ahora conocido, como también los síntomas y hay dudas respecto al tiempo en que un paciente es contagioso para las demás personas.
Frente a un período de vacaciones, en que están asociadas celebraciones y mayor contacto social, es decisivo adoptar medidas para que los contagios no se disparen. El país requiere mantener su regreso a la normalidad y un nuevo peak de contagios va en contra de todo lo alcanzado. A las autoridades les corresponde establecer las condiciones adecuadas para enfrentar la pandemia, desde un punto de vista de políticas públicas, y la ciudadanía tiene la responsabilidad y el deber de protegerse de los contagios y proteger a los demás.