Dado el confinamiento y restricciones de movilidad la pandemia generó efectos positivos en el medio ambiente. Con la progresiva recuperación de la actividad, la contaminación recuperará niveles previos a la pandemia.
La pandemia provocada por el coronavirus obligó a utilizar elementos de protección personal (EPP) como mascarillas, guantes y escudos faciales. El problema es que, una vez utilizados, estos elementos se convierten en residuos y su mala gestión ha provocado serios problemas ambientales.
En el caso de las mascarillas están confeccionadas con diminutas fibras de polipropileno, un material que prácticamente no se degrada cuando es lanzado a la naturaleza. Puede acumularse en medios marinos y terrestres y ocasionar daños a animales, seres humanos y a los ambientes naturales por siglos. Lo mismo puede ocurrir con los materiales utilizados para fabricar guantes y los escudos faciales.
Entre los elementos de protección personal más utilizados, las mascarillas asumieron un protagonismo sin precedentes en la historia y, puesto que la recomendación es cambiarlas regularmente, se ha vuelto normal verlas tiradas en calles, plazas, parques y hasta en áreas naturales, lejos de los centros urbanos. Investigaciones han dejado en evidencia que la mayoría de las personas no deposita las mascarillas en basureros especiales para estos residuos. Es poco común encontrarse con un local específico para la eliminación de basura Covid-19. Un estudio realizado por varias universidades chilenas constató la inexistencia de señalética que indique dónde depositar los EPP y de infraestructura dispuesta para que se desechen de manera segura en las playas.
Dado el confinamiento y restricciones de movilidad la pandemia generó efectos positivos, como menor contaminación del aire, de ríos y océanos, reducción de consumo de combustibles fósiles y de la generación de basura doméstica. Sin embargo, la mala disposición de los EPP está produciendo negativos impactos y con la progresiva recuperación de la actividad la contaminación y el consumo recuperarán niveles previos a la pandemia.
Según científicos y especialistas, se trata de un asunto que debe ser abordado antes de que se vuelva otra pandemia más. Es clave que en playas y en todo sitio público se dispongan basureros específicos para basura Covid-19 y señaléticas sobre cómo tratarlas. Como también aprender a desechar en forma adecuada estos EPP, como, por ejemplo, cortar los elásticos de las mascarillas para evitar el riesgo de que la fauna se enrede. Medidas simples y que hacen toda la diferencia.