Todas esas buenas noticias, advierten los especialistas, no deben señalar una equivocada percepción del peligro. Los resultados positivos respecto a la pandemia no se deben al azar.
Las últimas dos semanas han revelado diferentes evoluciones de la pandemia en distintos países. Como ejemplo, se observó un crecimiento acelerado de los contagios en países de Europa. En países del continente americano, después de un largo período de altos contagios, se registró una tendencia de estabilización a la baja. Países asiáticos también en alza, y hasta Israel, que fue un modelo de gestión de la pandemia ha tenido que restituir ciertos grados de restricciones ante un leve aumento de los nuevos brotes.
También diferencias importantes en cuanto a las variantes de los contagios entre países. Mientras que en países de Europa y Asia las variante que predominan son Alpha y Delta, en América Latina América predominan Gamma y Lambda.
En Chile la tendencia de nuevos contagios ha ido a la baja en una constante, y el impacto de la temible variante Delta no se ha hecho sentir en forma preocupante. Las distintas medidas y la vacunación resultaron en una caída en la carga viral. Biobío llegó a una positividad de 2% en la última semana. Israel, en su mejor momento, llegó a una positividad (cantidad de positivos por el número de test PCR realizados) de 1%. Además, la tasa de contagios por casos activos también ha disminuido. Si hace meses un infectado trasmitía el coronavirus al a otra persona, hoy la realidad es distinta. El indicador de contagio es de 0,7 para cada infectado. Es decir, la transmisión ha ido en descenso.
Todas esas buenas noticias, advierten los especialistas, no deben señalar una equivocada percepción del peligro. Si las condiciones se mantienen, si no se disparan otras variantes, como la Delta, Chile debería registrar alrededor de 700 casos positivo a lo largo de todo el país al inicio de agosto. Una cifra inferior a los nuevos casos diario de la Región del Biobío en sus peores momentos de la pandemia.
La lección — lo han demostrado los países europeos y Israel — es que no hay holgura para relajo en las medidas sanitarias. Es clave la vacunación, la estrategia TTA (Testeo, Trazabilidad, Aislamiento), la conciencia de riesgo, la educación sobre cuidado personal y colectivo, la secuenciación genómica para detectar nuevas variantes y las restricciones cuando necesarias. Es decir, las buenas noticias sobre la pandemia no son el resultado del azar.