Estudiantes y docentes “fueron capaces de realizar un proceso de enseñanza y aprendizaje de contenidos que van mucho más allá de la inmediatez del contexto de pandemia”, dice el informe de Enseña Chile.
El 2020 será un año perdido para los escolares. Esa afirmación fue repetida por familias de estudiantes, gremios de profesores e incluso por especialistas en educación. Hubo dudas sobre el progreso de alumnas y alumnos que dejaron las salas de aula para recibir educación a distancia.
En una materia tan reciente, faltan resultados de investigaciones para corroborar o rechazar la tesis del año perdido. Pero ya hay algunas luces: la Fundación Enseña Chile publicó recientemente las conclusiones del estudio “10 aprendizajes de la pandemia desde la voz de los estudiantes”, que arroja una visión positiva sobre los efectos de las clases online. En la edición de ayer, Diario Concepción hizo un registro de algunos resultados presentados en el informe de Enseña Chile.
Por fuerza de la crisis sanitaria, las clases se realizaron a distancia, a través de guías, grabaciones, clases virtuales, programas de televisión y radio. Según el alumnado, hubo un gran avance en el desarrollo de habilidades orientadas al aprendizaje online, dado que se redujo la retroalimentación constante de sus docentes. El aprendizaje de destrezas y nuevas capacidades como autonomía, organización y gestión del tiempo, aprender solos y buscar información fue uno de los grandes beneficios de ese proceso. “Este año aprendimos a ser más independientes. De cierta forma lo aprendimos porque ya no tenemos a los profesores al lado”, dijo un estudiante de Biobío que participó del Estudio.
La motivación para aprender fue el segundo aspecto más destacado por alumnas y alumnos entrevistados. Mantener una actitud positiva y “poner más empeño” fue señalado por estudiantes que se sintieron responsables de su aprendizaje. El estudio también destaca la adaptación a plataformas como Zoom, Google Meet y Google Classroom para seguir las clases. Y si bien al comienzo del año los padres fueron más solicitados para apoyar a sus hijos e hijas, al final los escolares se convirtieron en expertos en el uso de tecnologías para las clases a distancia.
El informe final del estudio entrega otros aprendizajes identificados por el estudiantado. La importancia de la salud física y salud mental, el manejo de emociones y la frustración. Estar en la casa más tiempo posibilitó aprender habilidades prácticas del día a día, y el desarrollo de hobbies y nuevos intereses. La convivencia en familia y los vínculos a distancia con amistades y profesores también se vieron reforzados. Entre un largo listado de logros, los entrevistados para el estudio destacaron los aprendizajes curriculares que se dieron. “Los estudiantes y sus docentes fueron capaces de realizar un proceso de enseñanza y aprendizaje de contenidos que van mucho más allá de la inmediatez del contexto de pandemia”, concluye el informe. Son logros reales cuando muchos daban por perdido ese año escolar.