Editorial

Desaceleración económica

El recorte en la TPM es un buen comienzo. Se espera que esa baja se refleje en una menor tasa de interés para la ciudadanía.

Por: Editorial Diario Concepción 18 de Marzo 2020
Fotografía: Pulso

El fin de semana, la Reserva Federal de Estados Unidos volvió a recortar su tasa de interés de referencia dejándola prácticamente a 0%, tal como había hecho a fines de 2008 para frenar la debacle desatada por la crisis financiera global. El lunes fue la vez del Banco Central de Chile anunciar la baja de 0,75 puntos en la Tasa de Política Monetaria (TPM), dejándola a sólo 1%. En el caso chileno, fue el mayor recorte de la TPM desde 2009.

Tanto la FED como el Central de Chile adoptan medidas ante un hecho ineludible: las pandemias provocan una crisis sanitaria, que luego se transmite a la esfera económica, impactando en la comercialización de bienes y servicios. La menor actividad económica, al fin y al cabo, genera coletazos en el empleo y en la capacidad de pago.

Frente al riesgo, los mercados acusaron el golpe. Turismo, transporte y gastos de consumo son generalmente los primeros en registrar caída en las ventas. Los mercados bursátiles se han visto afectados, desde la Bolsa de Santiago hasta el FTSE 100 de Reino Unido. Del Dow Jones y S&P en Estados Unidos a las principales bolsas de valores de Asia.

Es por ello que los bancos centrales del mundo están implementando un conjunto de acciones orientadas a apoyar las necesidades crediticias, como créditos blandos, amortiguadores de capital bancario, inyección de liquidez y jugosas inversiones para impulsar la economía. La semana pasada, el Banco Central Europeo anunció que no modificaría sus tasas, pero presentó una serie de medidas en respuesta a la propagación del coronavirus. El Banco de Inglaterra bajó sus tasas al 0,25% y el de Canadá ordenó un recorte de medio punto.

Los gobiernos están conscientes de que el coronavirus es una crisis sanitaria, pero que también es, potencialmente, un problema económico, con intensidad y duración indeterminadas. Los temores por el contagio en pandemias y epidemias suelen traducirse en desaceleración del tejido económico, como una respuesta natural frente al riesgo. La buena noticia es que el contagio a la economía – como también en lo relativo a la salud de la población- puede minimizarse a través de distintas medidas dispuestas con antelación. El recorte en la TPM es un buen comienzo. Se espera que esa baja se refleje en una menor tasa de interés para la ciudadanía.

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