Editorial

Violencia o diálogo: conceptos contrapuestos en la crisis chilena

Si consideramos que parte de los problemas denunciados están relacionados con la infancia y la niñez, esta iniciativa no solo es importante para integrar a estos importantes actores sociales, sino también porque hacernos cargo a tiempo de sus inquietudes ayudará a que las nuevas generaciones puedan resolver las dificultades con un diálogo crítico y constructivo.

Por: Editorial Diario Concepción 03 de Noviembre 2019
Fotografía: Raphael Sierra P.

Sin lugar a dudas, los conceptos de violencia y diálogo se contraponen cuando todos los integrantes de la ciudadanía chilena buscan los mecanismos para hacerse cargo de la crisis y encontrar rápidamente la solución más adecuada a 30 años en los cuales efectivamente Chile produjo inequidades sociales, políticas, culturales, entre otras; lamentablemente, evidentes según la investigación sociopolítica, la observación de organismos internacionales que velan por los sanos equilibrios sociales e, incluso, por los cientos de miles de personas que creativamente lo muestran en pancartas, lienzos, consignas y cantos.

Respecto del primer concepto, por ahora, resulta pertinente adherir al planteamiento de Paula Molina, periodista que, en un especial para BBC Mundo y siguiendo a la antropóloga Francisca Márquez, diferencia dos violencias activas en el conflicto social: la de quienes deben garantizar el orden ciudadano y la de los jóvenes. Junto con ello, nos aclara respecto de los últimos que “Estos jóvenes, (llamados) vándalos, lumpen son nuestros hijos: pasaron por nuestra educación pública, son resultado de este sistema”.

La crisis social de nuestro país, se debe insistir en el por ahora, necesariamente nos obligará también a enfrentar este serio problema que afecta a un sector mayoritario de las generaciones jóvenes de nuestro país.

En el intertanto, parece adecuado concentrarse en el segundo concepto, aquel en el que cientos de miles de personas, que han salido a reclamar en las distintas ciudades del país, encuentra la manera más razonable, consecuente y profunda de superar las problemáticas puestas en la superficie por el clamor ciudadano.

En este sentido, solo en los últimos días en la comuna de Concepción, se han desarrollado cuatro iniciativas que, mediante un diálogo que busca allegar argumentos a la salida de la crisis, vale la pena mencionar, probablemente entre muchas otras que en paralelo se van gestando en distintas instituciones u organizaciones sociales y políticas.

La primera de ellas se realizó el viernes 25 de octubre, en el simbólico foro de la Universidad de Concepción. Allí cerca de 500 personas, entre ellas estudiantes, funcionarios, académicos, y también ciudadanos externos a la Casa de Estudios, discutieron por más de tres horas sobre cómo abordar el conflicto país desde la perspectiva universitaria.

El jueves recién pasado, 32 ONGs de la Región del Bío Bío dialogaron en una iniciativa a la que denominaron “Dolores de Concepción”, jornada en la cual intentaron determinar cuáles son los 10 problemas más urgentes que requieren una solución de acuerdo con la creación de nuevas políticas públicas. Los 10 puntos identificados apuntan a la violación de derechos humanos, la desigualdad y exclusión social, una nueva constitución, ausencia de espacios democráticos, entre otros temas de gran relevancia.

La tercera iniciativa fue organizada por el municipio penquista, instancia que apuntaba a ordenar las principales necesidades de los dirigentes sociales y representantes de la Cámara de Comercio. Entre los temas prioritarios que ocuparon el interés de los participantes, se destacaron la disminución del costo de la vida, una mayor seguridad pública y el respeto de los Derechos Humanos.

Por último, en una iniciativa ejemplificadora, un grupo de niños y niñas se reunió en la Plaza de la Independencia de Concepción para expresar sus ideas ante el estallido social, en el denominado “Cabildo por la niñez”. Si consideramos que parte de los problemas denunciados en la crisis nacional están estrechamente relacionados con la infancia y la niñez, esta singular iniciativa no solo es importante para integrar a estos importantes actores sociales, sino también porque hacernos cargo a tiempo de sus inquietudes y necesidades garantizará que las siguientes generaciones de jóvenes buscarán resolver las dificultades que enfrenten privilegiando el diálogo crítico y constructivo.

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