Editorial

La persistente desigualdad en la sociedad chilena

Por: Editorial Diario Concepción 12 de Agosto 2017
Fotografía: Archivo Agencia UNO

A estas alturas no debiera sorprender que los diagnósticos sobre Chile en varios aspectos particularmente críticos no resulten del todo positivos, la particular situación de la sociedad chilena ha determinado indicadores de riesgo social. A situaciones tales como el consumo de substancias, violencia de género y otros aspectos relativos al funcionamiento de la política y las instituciones, que describen un escenario preocupante, se agrega nueva información sobre la desigualdad.

En este caso la llamada de atención proviene del examen de los datos publicados por el Banco Mundial y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (Ocde), que indican que nuestro país lidera la desigualdad en países de la Ocde, de ese modo, Chile nuevamente encabeza el ranking de países más desiguales entre las principales economías del mundo.

No es un dato de poca relevancia, para el medio inglés Bussines Insider estos datos que evidencian la desigualdad en los 35 países de la Organización, sigue siendo un problema mayor, sobre todo si aumenta la brecha entre los ricos y los pobres.

Los nuevos datos, compilados por la Ocde, muestran los niveles de desigualdad en los estados miembros. La desigualdad se mide en una escala entre cero y uno, donde cero es la igualdad perfecta y uno representa la máxima desigualdad posible. Es interesante consignar que los cálculos se efectúan en cada país, ya que se consideran dos tipos de cifras, o puntuaciones, dos para cada país: una para la desigualdad de ingresos, que mide los salarios, el capital y los ingresos de la propiedad, y otra para los ingresos después de la redistribución, que considera los factores de nivelación, como los impuestos pagados, las prestaciones en efectivo y la seguridad social.

Lo normal es que al restar de los ingresos las cifras redistributivas como las señaladas, todos los países muestren una reducción en la desigualdad, lo que varía es el margen, es en la diferencia restante donde se puede apreciar que la magnitud de la reducción la desigualdad presenta notables variaciones.

La menor reducción en este indicador lo registra Chile, que sólo reduce su índice, después de aplicar impuestos, de 0,50 a 0,47, el medio británico hace una comparación de nuestro país con México, mostrando que la redistribución hace relativamente poca diferencia en la desigualdad. Según el análisis del Bussines Insider, los impuestos suelen ser más significativos en los más pobres, reduciendo sus ingresos disponibles y las posibilidades de movilidad social ascendente. El país también tiene que lidiar con la corrupción y concentración de la riqueza, en términos de ese medio.

Como contraparte, según el Banco Mundial, la nota positiva es el muy relevante factor de disminución de la pobreza, así, el número de personas pobres ha disminuido considerablemente desde 2006, un ranking que lo completan México, Estados Unidos, Turquía, Israel, Estonia, Reino Unido y Lituania.

Aun así, es necesario no confundir una cosa con la otra, la ciudadanía chilena tiene un perfil aspiracional y aprecia a las medidas económicas que busquen establecer equilibrios estables y más solidarios, que sin amenazar la productividad o la competitividad, logren disminuir una brecha que resulta insostenible si se quiere avanzar en paz social y mejor calidad de vida para todos los chilenos.

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